Columna de opinión: Los clásicos son partidos apartezzz

Esta vez no lo fue, ya que representó fielmente el triste momento de ambos equipos.

Hace un par de semanas, Boca y River protagonizaron un «Superclásico» electrizante en La Bombonera. Pese a que cuatro y tres días después, respectivamente, enfrentaban a los poderosos Santos y Palmeiras, por la ida de las semifinales de la Libertadores, no se guardaron nada en la cancha y jugaron uno de esos clásicos dignos de su rivalidad.

Este domingo, Colo Colo y Universidad de Chile disputaron uno de los clásicos más aburridos que se recuerden -aunque Dudamel haya visto otra cosa-, y le saco el “súper” porque no merece ese apelativo. Sin copas internacionales por delante -hace un buen rato-, tuvieron más miedo de perder que ganas de ganar.

Y eso que el DT venezolano había reservado a la mitad de su oncena titular, para ir por el batacazo al Monumental y terminar con esa sequía de triunfos que enerva a los hinchas de la “U”. Ante un archirrival lleno de lesionados, que no le dio descanso a nadie en el sufrido 1-1 en la visita a la U. de Conce y que pasa por quizá la peor crisis de su historia, era la oportunidad ideal.

Más encima, el punto le convenía más al “Cacique”, porque lo suma íntegro en la tabla del torneo, mientras que en la Ponderada, que es donde sufre el “Chuncho”, sirve pocazo un empate. Ni el público en contra tenían los azules, pero menos mal, porque la gente se ahorró pagar por ese “espectáculo”.

“Los clásicos son partidos aparte”, dice el cliché futbolero. Esta vez no lo fue, ya que representó fielmente el triste momento de ambos equipos.

 

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