El Gráfico Chile

Bruno Barticciotto: “No creo que mi papá llegue a Colo Colo ahora, tiene que prepararse mucho”

El centrodelantero debuta en Primera con un gol y una asistencia y empieza a forjar su camino luciendo un apellido con historia. Formado en Católica, es hincha del club y no se proyecta necesariamente jugando con camiseta blanca si papá Marcelo se convierte en dirigente.

Bruno Barticciotto
Bruno Barticciotto / AgenciaUno

El comienzo del Campeonato Nacional dejó un protagonista inesperado. No desconocido, eso sí. Bruno Barticciotto Di Bartolo entró comenzando el segundo tiempo del partido en el que Palestino perdía contra Antofagasta y, con un gol y una asistencia, ayudó a su equipo a amagar la remontada que, si bien no se concretó, sirvió para que el joven de 19 años debutara en Primera y comenzara su camino, uno que ya empieza a tener nombre propio, dejando de ser el hijo de Marcelo Pablo Barticciotto, uno de los mayores ídolos de Colo Colo, que tiene en su hijo menor a un heredero de las virtudes futbolísticas que lo tenían en el radar de todo el mundo, expectante por su estreno en las ligas mayores.

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¿Cómo fueron esos primeros minutos? ¿Mucho nervio?

—Es una oportunidad que uno está esperando. Desde afuera, uno espera tenerla y aportar algún tipo de cambio para revertir la situación (del equipo perdiendo). Siempre hay ansiedad, pero al entrar a la cancha, al tocar la primera pelota, se te olvida, se te va todo eso. Al final, es fútbol. Y he jugado toda la vida… Entras y tienes una visión: en este caso, tratar de generar algo para el equipo. Y pasa… Pasa todo…

Este debut bien pudo venir el año pasado. Estuvo varias veces citado, algunas veces en la banca, pero no se dio…

—Tuve mala suerte. Creo que estaba muy bien considerado por el “profe” (Ariel Holan en la UC). Luego, llegó la pandemia y, en el primer entrenamiento de vuelta, me desgarré, estuve seis semanas afuera. Al volver, seguí con dolores tres semanas y me desgarré de nuevo. Terminé estando casi tres meses afuera. Eso me quitó mucho terreno. Pude volver a entrenar normal recién en diciembre. Ahí me citaron para casi todos los últimos partidos, pero no me vestía. Además, cuando uno se lesiona mucho le vas quitando confianza al entrenador, que teme que en el partido recaigas. Pero son cosas que te hacen crecer, porque uno se prepara de otra manera, conoce más su cuerpo y mejora en ese sentido.

Más encima, los extremos se lesionaban, pero Fernando Zampedri y Diego Valencia nunca, casi…

—En su momento, igual faltaron centrodelanteros, aunque mucho menos que extremos. Pero las bandas estaban súper bien cubiertas. En Católica no tendría ninguna posibilidad de jugar en ese sector.

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Este domingo se enfrenta a Católica, su club. ¿Corazón dividido?

—Soy de Católica, me habría gustado debutar ahí, porque me formé ahí y estuve casi toda la vida. Son sentimientos encontrados por jugar contra ellos, pero estoy en Palestino, venimos de una derrota y tenemos que ganar.

Su padre, ídolo colocolino, entró en la memoria cruzada por hacerl un gol a los albos y no gritarlo. Si convierte el domingo, ¿lo celebra?

—Primero, tengo que jugar. Y, luego, hacer el gol. De ahí se verá, no sé… Sólo estoy pensando en aportar y poder hacer un gol, porque eso ayuda al equipo a ganar. Obviamente, en esa situación siempre haré las cosas con mucho respeto, porque soy del club.

Hablando de la genética paterna… Cuando Marcelo fue DT en Colo Colo, usted dejó su fanatismo por la UC y cambió de bando para apoyar a su padre. Ahora suena como presidente de Blanco y Negro. ¿Se imagina jugando en ese club con él a cargo?

—Primero, no creo que llegue a Colo Colo ahora. Creo que tiene que prepararse mucho para asumir un cargo así. Por mi parte, ahora soy jugador de Católica a préstamo en Palestino. Recién llegué, jugué mis primeros minutos y no estoy pensando dónde jugaré después…

Bueno, pero debe tener algunas metas…

—El sueño de muchos jugadores es ir al extranjero. Me gustan las ligas argentina y brasileña. Pero, primero, hay que hacer mucho para llegar ahí, e imagínate lo que hay que hacer para saltar de esas a otras mejores. Pero son sueños que uno tiene…

Debut curioso para Bruno Barticciotto

Cuando el domingo, Barticciotto se acercó a la mitad de la cancha para que el cuarto árbitro mostrara la paleta para el cambio, además del número “23” que porta en la camiseta el joven delantero, se leía “Bruno. Barti”. Algunos especularon con que era una forma de promoción de sus redes sociales, pero se daba por hecho que había alguna intención en la forma de identificarse en la casaquilla “árabe”. La historia, sin embargo, es distinta.

“Lo que pasa es que quería ponerme sólo mi nombre, pero como Bruno Romo también quería hacer lo propio, la idea para diferenciarnos fue ponerle parte del apellido. Lo del punto entre medio, no sé por qué lo pusieron, pero creo que en la camiseta de esta semana ya viene sin el punto”, explica el goleador.

Bruno Barticciotto Photosport

No es el «tío Coto»

Uno de los cercanos de Marcelo Barticciotto en el plantel de Colo Colo era José Luis Sierra, hoy -a la sazón- técnico de Bruno Barticciotto en Palestino. La amistad del entrenador con el padre del delantero hace un par de décadas, se pensaría, le da proximidad al jugador formado en la UC. Pero no. “Mis hermanos grandes se pueden acordar de alguna cosa. Pero yo, nada…”, asegura Bruno, quien entiende que “mi papá tenía buena relación con él”. En todo caso, dice que trabajar con el “Coto” “ha sido muy bueno. Los entrenamientos son divertidos, con harta pelota. El staff de trabajo es muy serio, comprometido, e intento aprender mucho”.

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