Entre mañana y el martes, la selección chilena femenina de fútbol se juega dos hitos históricos para el deporte nacional de mujeres. De superar la Roja el repechaje ante Camerún en Turquía, cuyo partido de ida es este sábado desde las 11:00 horas, por primera vez nuestro país tendrá un equipo de este género en unos Juegos Olímpicos.
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Chile tiene una deuda en relación a los deportes colectivos, pues sólo tres han dicho presente en una cita de los cinco anillos, todos de hombres. El básquetbol tuvo su época de oro, al competir de forma ininterrumpida entre Berlín 1936 y Melbourne 1956.
El waterpolo masculino asistió a Londres 1948, mientras que el balompié de varones concurrió a cuatro certámenes, siendo el primero y el último en conseguirlo, ya que fue a Ámsterdam 1928 y a Sídney 2000, además de participar en Helsinki 1952 y Los Ángeles 1984. En Australia se logró la única medalla colectiva, gracias al cuadro dirigido por Nelson Acosta y capitaneado por Iván Zamorano.
Han pasado 21 años desde aquella incursión oceánica, sequía que el elenco comandado por José Letelier en la banca y por Christiane Endler en la cancha buscará cortar. De obtener el boleto para Tokio 2021, establecerán otra marca: la delegación criolla tendría más damas que caballeros, algo inédito.
“Tiane” lo sabe y por eso lo recalcó en la última conferencia de prensa. “Sabemos lo que conlleva esta clasificación, no es sólo por nosotras. Es un hecho histórico para el país y para el deporte femenino en general. Tomamos con mucha responsabilidad lo que vamos a vivir”, advirtió la arquera de la Roja.
“Estamos con muchas ganas de cambiar la historia y de que el deporte femenino siga creciendo en el país. Queremos estar en los Juegos Olímpicos”, agregó la portera del París Saint-Germain. En sus manos y en las de sus compañera está reescribir los libros.
