Andrés Robles, el jugador de Antofagasta, sufrió las consecuencias de una conducta temeraria. Ocurrió la mañana de este domingo en el duelo que su equipo, Antofagasta, empató 1 a 1 con Unión Española. Y mientras se retorcía en el suelo de dolor por sus actos podría habérsele aparecido Nelson Ruffino, el personaje de los Simpson, para burlarse del final que tuvo.
PUBLICIDAD
Fue en el minuto 61 del partido. El marcador ya estaba igualado. Cuando el arquero de Unión Española, Diego Mono Sánchez, se aprestaba a hacer un saque con mano y pie desde su área, varios jugadores de Antofagasta se le interpusieron en el camino, a fin de que no saliera tan velozmente. Pero el más atrevido fue Andrés Robles, el zaguero central de los antofagastinos.
El defensor se colocó en la trayectoria entre el balón y la pierna derecha de Sánchez. El golero no lo vio o no lo quiso ver: el hecho es que su pierna siguió moviéndose hasta darse con las nalgas del zaguero central. Este cayó al suelo y comenzó a retorcerse de dolor. Mientras, Sánchez movía los brazos exigiendo una explicación.
La explicación se la dio el árbitro. Robles recibió amarilla por su temeraria conducta.