:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/metroworldnews/TH65KUHF7RHBREFOIYU77C2WN4.jpg)
Rodrigo Goldberg, exdirector deportivo de la concesionaria Azul Azul, aseguró este lunes que si Universidad de Chile no le gana hace ya casi una década a Colo Colo en partidos oficiales por campeonatos nacionales es solamente por un factor «mental» más que futbolístico.
El retirado futbolista profesional, formado en las divisiones inferiores de la «U» y hasta hace unos meses ejecutivo de la sociedad administradora del cuadro laico, se refirió a las opciones que los azules tienen este próximo domingo de acabar con la racha que los tiene desde el 2013 sin celebrar un triunfo en el Superclásico del fútbol chileno.
Para el ingeniero civil industrial el problema del plantel que actualmente dirige el técnico interino Esteban Valencia, radica en un «componente mental» que va más allá de lo que puedan realizar los jugadores azules en cancha.
El karma de Goldberg y la «U» en los Superclásicos
«Un Superclásico tiene un componente mental que para mí es determinante. Hay algunos analistas que dicen que la cabeza es el 80% y el físico el 20%, y en un clásico es más todavía. Lo atribuyo a esta historia de no ganarle a Colo Colo a un tema mental, absolutamente», reflexionó Goldberg en entrevista con «Al aire libre» de radio Cooperativa.
«Este partido es un 99,9 por ciento cabeza», aseguró quien en las temporadas 1994 y 1995 logró un bicampeonato con los azules, que acabaron con 25 años sin conseguir títulos de torneos nacionales.
Considerando que el partido de la primera rueda se decantó, nuevamente, con un triunfo de los albos sobre el cuadro laico, esta vez por 1-0 con gol anotado por Leonardo Gil, es que Goldberg recordó que a inicios de temporada el volante chileno-argentino bien pudo haber vestido la camiseta universitaria cuando él y Sergio Vargas eran los directores deportivos de Azul Azul.
«Sí, absolutamente», reconoció el exfutbolista, que cerró cualquier opción de arribo de Gil a la tienda del chuncho, ya que al consultar por el precio que costaba traer a préstamo al mediocampista, sus valores estaban por alejados del presupuesto universitario. «Costaba 650 mil dólares el 50 por ciento del pase, era imposible para nosotros», cerró.
