British Petroleum ( BP ) inició hoy la operación para intentar sellar el pozo en el Golfo de México con una inyección de fluidos pesados, aunque tanto la empresa como la Casa Blanca insistieron en que no hay garantías de éxito.
El procedimiento, conocido como “top kill”, arrancó alrededor de las 18.00 GMT, poco después de que la Guardia Costera de EE.UU. diese luz verde a la multinacional británica para comenzar a trabajar.
BP bombeará cemento tras inyectar los fluidos pesados en una operación que, según adelantó hoy en un comunicado, “podría prolongarse durante dos días”.
La compañía indicó, además, que “no se puede predecir cuánto tiempo será necesario para comprobar” el éxito o fracaso del “top kill”.
Es la primera vez que una operación de este tipo se lleva a cabo en aguas tan profundas y BP ha cifrado las posibilidades de éxito entre el 60 y el 70 por ciento.
“Este procedimiento nunca se ha realizado a 1.500 metros de profundidad y no se puede asegurar su éxito”, informó hoy la empresa.
El presidente de EEUU, Barack Obama, también rebajó hoy las expectativas al afirmar durante un discurso en California que “no hay garantías” de que la operación funcione.
Obama abordará mañana en una rueda de prensa los resultados de un informe encargado al Departamento del Interior tras el accidente el 20 de abril en la plataforma de BP .
Se espera que el presidente anuncie reglas más duras y una supervisión más rigurosa de las operaciones de exploración petrolera en alta mar.
El pozo que intentará cerrar BP escupe, según los datos oficiales, unos 800.000 litros diarios de crudo al mar, aunque científicos independientes calculan que la cifra puede ser hasta diez veces mayor.
Desde el accidente del mes pasado, BP ha realizado varios intentos para contener la fuga, entre ellos la colocación de una caja de cerca de 100 toneladas que se suponía debía transportar el crudo mediante un tubo a un barco en la superficie pero que no funcionó al atascarse por la formación de gas cristalizado.
