Miles de usuarios del metro de Londres sufrieron este miércoles una jornada de caos y retrasos debido a un robo de cables de cobre que se produjo la pasada noche en la “Central Line” (Línea central), una de las líneas más concurridas de la capital británica.
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Como consecuencia de los daños causados por el robo, el tráfico en varios tramos de esta línea quedó suspendido en la zona oeste de la ciudad durante parte la mañana, según informa el diario local “Evening Standard”.
El número de robos de cables en la red nacional de ferrocarriles británica ha aumentado de manera drástica en los últimos cuatro años, coincidiendo con el incremento del precio del cobre, señala el periódico.
Paul Crowther, el responsable adjunto de la Policía del Transporte del Reino Unido, describió el problema como “uno de los mayores retos” a los que se enfrentan los gestores del transporte público “después del terrorismo”.
Hasta la fecha, la mayoría de los robos de cobre habían tenido lugar fuera de Londres, pero la Policía teme que la actividad de los ladrones en el centro de la capital se incremente en los próximos meses.
Además de los ya habituales robos de grandes bobinas almacenadas en depósitos, los ladrones comenzaron ya hace tiempo a “arriesgar su vida” para hacerse con el cobre de los cables que recorren las vías de ferrocarril, explica el rotativo.
“Hemos advertido en repetidas ocasiones de que los recortes de personal y, sobre todo, de las patrullas nocturnas, comprometería la seguridad en el metro y lo convertiría en un escenario perfecto para la delincuencia”, ha señalado Bob Crow, representante del sindicato RMT (Unión Nacional de Ferrocarriles, en sus siglas en inglés).
EFE