Cerca de 80 mil jóvenes vírgenes participaron en la ceremonia anual del “Umhlanga” o “baile del junco” en Suazilandia, reino africano.
Este controvertido rito lo realizan las mujeres ante el rey Mswati III, quien debe elegir a su nueva esposa.
Una semana duran las ceremonias rituales que se inician con el tradicional corte de juncos, fiesta que marca el fin de la niñez y el inicio de la vida adulta en la tradición del país africano.
Después de ese rito se presentan ante la reina madre y luego conocen al monarca, para quien bailan con sus senos descubiertos.
Mswati III, quien ya tiene 12 esposas, tiene derecho a elegir una joven que le guste y sumarla a su harem como novia y futura nueva mujer, según detalla 24Horas.cl.
La joven elegida no podrá negarse y será su novia hasta que se embarace de él y garantice así que es fértil. Solo entonces se convertirá en esposa oficialmente. Si la nueva novia no queda encinta, será repudiada y devuelta a su familia.
Mswati III también puede elegir a cualquier mujer que le guste, y donde sea que la vea. Hace unos años se encaprichó de una niña de 16 años que conoció en la calle y la mandó secuestrar. Sus padres denunciaron el hecho, pero pronto se callaron. Actualmente la joven es una de sus esposas.
Pero esta tradicional celebración también atrae a otros hombres que buscan esposas. Si bien las jóvenes son mantenidas en campamentos con seguridad y en compañía de familiares, muchos extraños se las arreglan para acercárseles, tratar de enamorarlas, negociarlas con alguien de la familia o derechamente secuestrarlas.
Suazilandia es el país africano con mayor porcentaje de población contagiada con sida: el 30% de las mujeres de entre 15 y 49 años es portadora de VIH, mientras que entre los varones la cifra alcanza el 20%.