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El Rey del fútbol en Brasil es Pelé, pero durante la madrugada de este martes fue Zico, otro legendario número 10, quien reinó sobre elCarnaval de Rio de Janeiro, con mucha samba y percusión.
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En este año de Copa del Mundo en Brasil, la escuela de samba Imperatriz Leopoldinense dedicó su desfile en el sambódromo a Zico.
Siete carros alegóricos retrataron los principales episodios de su carrera y buena parte de la experiencia de este mediocampo y luego entrenador en equipos extranjeros de países como Italia, Turquía, Rusia y Japón.
Solo faltó la última escala, en el club de Qatar d’Al-Gharafa, del que dejó de ser entrenador en enero tras seis meses en el cargo.
Considerado el gran artífice del “jogo bonito” en la selección en los años 1970-80, Zico es un ídolo absoluto en Brasil y sobre todo en Rio, donde jugó por el club más popular, el Flamengo, en el mítico estadio Maracaná donde se mantiene como el mayor artillero de todos los tiempos.
Con esa aura, causó furor este martes entre los 72.000 espectadores del sambódromo el paso del “galinho de Quintino”, el gallito de Quintino, su barrio carioca, instalado sobre una corona gigante giratoria y vestido con lentejuelas de los colores del Flamengo, azul y rojo.
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– La relación fútbol y Samba –
Antes del inicio del desfile, el público entonó un emotivo “feliz cumpleaños” por los 61 años de Arthur Antunes Coimbra (de pequeño conocido como Arthurzico).
“Un desfile de una escuela de samba, en el sambódromo, es uno de los mayores homenajes que uno puede recibir. Para un brasileño es como una Copa del Mundo”, título supremo que Zico no tiene, a pesar de haber participado de tres copas, confesó el antiguo jugador descendiente de portugueses a la AFP antes del desfile.
La relación entre fútbol y samba es total. Para jugar bien hay que saber y moverse con flexibilidad, y lo mismo ocurre en la samba”, explicó.
En la noche de cierre de los desfiles oficiales del Carnaval, Zico hizo una visita de cortesía al cantante Jorge Ben Jor, pasó por la sala de maquillaje y se instaló en el centro de la corona gigante, levantada por una grúa.
– “Un buen ciudadano” –
En otro carro, una estatua lo representaba con una rodilla en el suelo elevando una copa al cielo como si fuera un grial, atrás de ilustres representantes de otros tres grandes equipos de Rio: Roberto Dinamite (Vasco de Gama), Edmundo (Botafogo) y Deco (Fluminense).
“Zico es un fenómeno”, dijo este último a la AFP. “Es un ídolo para mi generación, para los que aman el fútbol. Cuando yo tenía 8-9 años, ya era fan suyo. Es un orgullo y una suerte desfilar con él”.
“Pocos jugadores han tenido la suerte de ser el tema de un desfile”, explica Junior, su colega en el Flamengo cuando se declaró campeón suramericano y de la copa intercontinental en 1981. “Además de un deportista, Zico es una buena persona, un buen ciudadano”, completó.
Así lo declaran muchos entre los 3.300 hombres y mujeres de esa escuela que participan del desfile bailado. “Ha venido muchas veces a los ensayos, cantó con nosotros, posó para fotos”, cuenta admirada Monica Castilho, de 47 años.
“Zico es el mayor ídolo del Flamengo y yo soy flamenguista”, proclama su hija Mariana, estudiante de medicina de 22 años. “Mezclar mis dos pasiones, el fútbol y el Carnaval para mí es ideal”, agregó.
