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Por muchos es sabido que perros y gatos no se pueden ver ni en pintura, pero hay excepciones y se llevan muy bien o hasta se comportan como el otro.
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“Tally” es un husky siberiano que se comporta como un gato; así señala su dueña y eso es lo que se puede observar en las fotos que les mostramos en la galería. Aunque ella no puede asegurar que se crea un gato.
Este canino pasó sus primeros dos años de vida en una familia que tenía gatos; se crió con ellos y de ahí que ahora tenga actitudes de un minino: juega con la pelota, le gusta que le acaricien el abdomen, se mete abajo de la mesa, descansa en el sofá, le gusta estar en cajas y le encanta tomar leche.
El perro es prácticamente mudo, pero eso no es un impedimento para que se divierta; le gusta estar por el piso inferior de su hogar mientra observa a la gente y los juzga en siencio todos los días.
