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Escándalo de salud en EEUU: agua envenenada por plomo en Michigan

En otoño del año pasado se confirmó que el agua de la localidad contenía unos niveles extremadamente elevados de plomo. Los ciudadanos han denunciado su mal estado en repetidas ocasiones. La administradora de la EPA para el Medio Oeste de EE UU, Susan Hedman, ha sido la primera responsable en renunciar a su cargo. Barack Obama firmó una declaración de emergencia para hacer frente a la crisis

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Cerca de 8.000 niños menores de 5 años que residen en Flint podrían sufrir daños cerebrales permanentes debido al alto nivel de plomo existente en el agua de la ciudad. La localidad perteneciente al Estado de Michigan y situada en el llamado «Cinturón del óxido» de Estados Unidos —zona en la que se encuentra la industria del automóvil y del metal de los Grandes Lagos—, tiene unos 100.000 residentes, en su gran mayoría población pobre, que han denunciado en repetidas ocasiones el mal estado del agua que utilizan a diario para cubrir sus necesidades básicas.

No se debe a un desastre natural, sino a la decisión de suministrar a los hogares de la ciudad una fuente de agua más barata. En otoño del año pasado se confirmó que el suministro contenía unos niveles extremadamente elevados de plomo pero su población todavía utiliza la misma fuente. Lo sucedido en Flint no se debe a un desastre natural, sino a la decisión consciente de proporcionar agua a los hogares de la ciudad desde una fuente más barata pero que resultó estar contaminada. Un peligro para la salud que ha supuesto que se desate una crisis tanto sanitaria como política en la ciudad. Tanto es así que la administradora de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) para el Medio Oeste de EEUU, Susan Hedman, renunció este viernes a su cargo tras revelarse finalmente que el agua corriente contuvo durante varios meses altas dosis de plomo.

En junio del año pasado, Hedman restó importancia a un informe de la propia EPA que alertaba sobre los altos niveles de plomo hallados en el agua corriente de Flint. Por aquel entonces, el alcalde de Flint, Dayne Walling, escribió a la administradora interesándose por el informe sobre el agua pero, ésta respondió que se trataba solo de un «borrador de informe preliminar que no debería haber salido de la agencia» y que cuando se dispusiese de un documento «revisado y aprobado» se trasladarían las recomendaciones necesarias a las autoridades.

Propiedades corrosivas

El agua corriente de Flint se contaminó después de que la ciudad cambiara de proveedor, pasó del sistema de aguas de Detroit al río Flint en abril de 2014, como medida para ahorrar gasto público mientras se construía una cañería hasta el lago Huron.

El agua del río de la localidad, conocida tradicionalmente por los vecinos por su suciedad, no pasó por los tratamientos de depuración pertinentes y sus propiedades corrosivas permitieron que se filtrasen grandes cantidades de plomo de las viejas cañerías por las que circulaba. Tanto que, incluso las cañerías generales, se han corroído al paso de ese agua.

El pasado mes de octubre, al detectarse altos niveles de plomo en los niños de las escuelas de Flint, la ciudad cambió de nuevo su proveedor de agua potable y volvió al antiguo sistema de Detroit, pero según los expertos el daño causado a las cañerías sería la causa de que el plomo se siguiese filtrando en el agua.

La exposición a grandes dosis de este metal puede resultar muy perjudicial para la salud y además, los altos niveles de otras sustancias químicas podrían desencadenar enfermedades en el hígado y en los riñones. Asimismo, ingerir el líquido es especialmente nocivo para los niños, a quienes puede provocar, entre otras cosas, problemas de comportamiento y retrasos en el aprendizaje.

Según CBS, las altas dosis de plomo en el agua también estarían relacionadas con un incremento de los casos de legionella —una forma grave de neumonía— en el área, que ha afectado a 87 personas, diez de las cuales han fallecido.

Pese a este hallazgo, las autoridades no hicieron caso a las protestas y preocupación de los habitantes de Flint y reiteraron que el agua era totalmente apta para su uso normal. Sin embargo, Al no poder hacer uso del agua potable, en la actualidad la Guardia Nacional está distribuyendo agua gratuita y filtros a los residentes.

«Terrible tragedia»

El presidente de EE UU, Barack Obama, recibió este martes en la Casa Blanca a la nueva alcaldesa de Flint, Karen Weaver, tras haber firmado el fin de semana una declaración de emergencia con la que puso a disposición de la ciudad fondos federales para hacer frente a la crisis. Un día más tarde, en un discurso en Detroit, Obama ofreció su apoyo a la alcaldesa y a los habitantes de Flint para superar «esta terrible tragedia». «Si yo fuera uno de esos padres (de Flint), estaría fuera de mí de pensar que la salud de mis hijos pudiera estar en riesgo», argumentó. Por su parte, el gobernador de Michigan, Rick Snyder, pidió el martes perdón por esta crisis en medio de llamadas a que renuncie. Con esa decisión, la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (Fema) tiene autorización para «identificar, movilizar y suministrar a discreción equipos y recursos necesarios para aliviar los impactos de tal emergencia». Entre las medidas que pretenden implantar, se incluyen la entrega de agua, filtros de agua, cartuchos de filtros, kits de ensayos de agua y otros artículos relacionados para un período de no más de 90 días.

 

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