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¡Atroz! El Estado Islámico arranca la carne a las mujeres que enseñan algo de su piel

Lo han bautizado como “el mordedor”, un instrumento de metal como un cepo con dientes, con el que castigan a las mujeres de Mosul. Una joven que se olvidó los guantes en casa fue sometida al mordedor: “el castigo es una pesadilla, es más doloroso que los dolores de un parto”.

Los métodos de tortura del Estado Islámico son cada vez más atroces y bárbaros. Los yihadistas siembran el pánico en ciudades como Mosul (Irak) y las que más están sufriendo son las mujeres. Para cumplir sus leyes, los terroristas están utilizando un nuevo aparato de tortura bautizado como ‘el mordedor’ o ‘clipper’. Con este instrumento de metal castigan arrancando la carne a las mujeres cuya ropa no llega a cubrir todo su cuerpo y dejan ver algo de su piel. Según publica el diario ‘The Independent’ hay testimonios de mujeres que narran el insoportable dolor que provoca este artilugio que arranca de cuajo trozos de carne.

Una de ellas es Fátima, una joven de 22 años, que logró escapar de Mosul y relate que ‘el mordedor’ se ha convertido para las mujeres en «una pesadilla»: «Mi hermana fue castigada por olvidar sus guantes en casa». Otras testigos describen ‘el mordedor’ como una especie de trampa para animales o como una mandíbula de metal con dientes que cortan la carne.

La ley del Estado Islámico obliga a las mujeres a ir totalmente cubiertas con ropas holgadas, calcetines y guantes, y siempre acompañadas por un pariente masculino si salen de casa. La joven que logró fugarse de Mosul explica que su hermana, un mes después, aún sufre grandes dolores por las cicatrices y que según le contó su propia hermana «el castigo del mordedor es más doloroso que los dolores de parto.»

Escapar de Mosul es difícil y peligroso. Controlada por los yihadistas, hay una grave escasez de casi todo, incluyendo alimentos, combustible, agua y electricidad. Los combatientes del Estado Islámico, pese a las bajas que sufren por los bombardeos, intentan imponer y demostrar a la población que tienen poder y están sometidos a ellos.

Las organizaciones que han logrado entrar o recabar testimonios advierten que Mosul está regresando a una era pre-moderna, sin electricidad ni agua potable. «Sólo tenemos agua potable una vez a la semana», cuenta al periódico británico un farmaceútico: «Las tuberías se rompen y necesitan reparación».

La dependencia de los generadores significa dependencia de los combustibles producidos a nivel local, que es de mala calidad, ya que los ataques aéreos estadounidenses han destruido las refinerías en Siria que eran controlados por el ‘EI’. El combustible no se puede utilizar en los coches. El califato intentó un sistema de cupones de combustible, pero más tarde lo abandonó. «Sentimos que estamos viviendo en la Edad de Piedra: no hay móviles, no hay televisión, no hay coches, no hay luz.»

 

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