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Bruselas propone multar con 250.000 euros por refugiado a los países que no cumplan las cuotas

La propuesta podría verse modificada en las negociaciones. El plan es que el dinero acabe en el Estado que asuma la mayor carga de los demandantes de asilo.

 

La Comisión Europea ha propuesto este miércoles que los gobiernos de la Unión Europea que no quieran participar de un nuevo mecanismo de emergencia para repartir la carga de la acogida de refugiados en casos de crisis, puedan eludir esta responsabilidad a cambio de pagar 250.000 euros por cada uno de los refugiados que no acepte. Con ello Bruselas deja de lado su idea original de crear una ventana única para gestionar un sistema de reparto de cuotas de acogida permanente, y propone reformar el reglamento de Dublín –que obliga a resolver el expediente de asilo en el primer país al que llega la persona– para incluir el mecanismo de emergencia. La propuesta, que aún debe ser negociada con los Veintiocho y con el Parlamento Europeo, sí contempla reforzar la Agencia Europea de Asilo (Easo, por sus siglas en inglés) para que registre todas las peticiones de protección internacional presentadas en los Estados miembros y las aceptadas por cada país, con el objetivo de medir la presión sobre cada uno.

Todo el que tenga derecho a la protección internacional debe tenerla en la UE. Es una obligación moral y una responsabilidad legal», ha declarado el vicepresidente primero del Ejecutivo comunitario, Frans Timmermans, al defender la propuesta en una rueda de prensa en Bruselas. Timmermans ha alertado de las consecuencias si la UE deja de lado la solidaridad y ha avisado a los Estados miembros de que quien forma parte del bloque «no da la espalda a los problemas del vecino, sino que se sino que se comparte el trabajo para una solución común».

«El reglamento de Dublín ha muerto»

El comisario de Migración, Dimitris Avramopoulos, ha explicado que el reglamento de Dublín va a ser reformado para adoptar un sistema automático de cuotas de reparto entre los Veintiocho cuando algún estado miembro afronte un flujo migratorio inesperado, como ocurre con la actual crisis de refugiados que afecta sobre todo a Grecia e Italia.

La propuesta mantiene el principio del país de entrada, según el cual el responsable de tramitar la demanda de asilo es el país por el que el refugiado ha accedido a territorio comunitario. Pero, en el caso de que un país vea rebasada su capacidad de acogida en un 150%, se activará el citado mecanismo automático de reparto entre los socios comunitarios.

La capacidad de acogida será calculada en función de la población y del PIB (con un peso del 50% cada uno).

«El viejo reglamento de Dublín ha muerto de muerte natural porque no podía funcionar», ha explicado Avramopoulos.

Hasta ahora, sólo 1.441 refugiados han sido reubicados, en comparación con los 160.000 previstos.

Prolongación de los controles de Schengen

La Comisión Europea ha propuesto también permitir la prolongación de controles fronterizos dentro del espacio de libre tránsito de Schengen, establecidos por algunos países.

La Comisión propondrá extender otros seis meses los controles que aplican Alemania, Austria, Suecia, Dinamarca y Noruega, ya que aún existen deficiencias en los controles de las fronteras exteriores de Grecia.

El Ejecutivo comunitario destaca que Grecia ha logrado «un progreso significativo» pero no ha conseguido corregir todas las «serias deficiencias» detectadas en el plazo de tres meses que le había dado Bruselas.

 

 

 

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