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Oficialista Lenín Moreno se aproxima a la presidencia de Ecuador y espera una segunda vuelta

El candidato de Rafael Correa llegó al 39,09% de los sufragios, mientras que el conservador Guillermo Lasso obtiene un 28,28% con el 87,59 de los sufragios escrutados.

El candidato oficialista de izquierda Lenín Moreno se impuso en la primera vuelta en las elecciones presidenciales más reñidas de los últimos años en Ecuador.

El ex vicepresidente Moreno, del movimiento socialista Alianza País, alcanzó un 39,09% de los sufragios válidos, frente a 28,28% del ex banquero conservador Guillermo Lasso, tras el conteo del 87,59% de las actas.

«Esta es una lucha de largo aliento, porque esta batalla la vamos a ganar», afirmó Moreno, quien de ganar en la segunda vuelta prevista para el próximo 2 de abril, se convertiría en el primer ecuatoriano con discapacidad en asumir la jefatura de Estado, ya que sufre una paraplejia consecuencia de un disparo en un asalto en 1998.

Si bien el candidato del oficialismo tenía esperanzas de sobrepasar el 40% de las elecciones y tener más de 11 puntos de diferencia con la segunda mayoría y así evitar ir a una segunda vuelta, esta se desarrollará de todas formas, ya que según sondeos preliminares, Moreno habría alcanzado un 38,8% de las preferencias finales, mientras que Lasso un 30,3% de los escrutinios. Razón por la que se desarrollaría una segunda vuelta al haber solo unos 8 puntos de diferencia.

En tanto, cientos de seguidores de Lasso se concentraron la noche de este domingo frente a la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE) en Quito en una vigilia para exigir transparencia en el escrutinio.

A medida que el recuento iba avanzando con extrema lentitud a favor de Moreno, los opositores, entre ellos el candidato a vicepresidente de Lasso, Andrés Páez, denunciaban a gritos la existencia de fraude. Sin embargo, en su último comunicado, el presidente del ente electoral desmintió cualquier irregularidad y dijo que el conteo seguirá desarrollándose en la web y que dará una conferencia de prensa durante la mañana de este lunes, para confirmar los resultados definitivos.

Desgaste en Ecuador

Los analistas advirtieron que iba a ser duro llevar al correísmo a segunda vuelta, cuando cuenta con una base de 30% de votantes, con un sólido apoyo en el país.

«Estos 10 años han sido una muestra para que vean el progreso del país, aunque mucha gente no quiera ver lo que tenemos ante nosotros», señaló Nora Molina, una empleada pública de 53 años.

Pero más allá de que ganara o no Moreno en primer vuelta, el oficialismo ha sufrido una contundente pérdida de votos en relación a las presidenciales del 2009 y 2013, debido a la ausencia de Correa, una delicada situación económica y la corrupción que ensombreció la campaña.

De igual forma, los resultados aún no permiten confirmar si el oficialismo mantendrá la mayoría de dos tercios en el Legislativo.

Según el gobierno, el deterioro de la economía se debe a factores externos como la debacle petrolera, la devaluación de monedas vecinas, el fortalecimiento del dólar o los costos del terremoto del pasado abril.

Moreno, cuyo estilo conciliador contrasta con el temperamental Correa, representa la continuación de un sistema que combina un disparado gasto social con altos impuestos y elevado endeudamiento.

La corrupción, que está salpicando a políticos de la región, también se fue instalando poco a poco como tema en la campaña. Con casos como el de la petrolera estatal Petroecuador, que implicó a un ex ministro de Correa, y el de los supuestos sobornos de la firma brasileña Odebrecht a funcionarios ecuatorianos, por unos 33,5 millones de dólares.

Assange y la izquierda

El resultado de estas elecciones será decisivo para el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, asilado en la embajada de Ecuador en Londres desde 2012 para evitar su extradición a Suecia por supuestos delitos sexuales que él niega.

Moreno es partidario de mantener el asilo, a diferencia de su competidor, Lasso, quien manifestó que de llegar al poder, se lo retirará.

Estas elecciones tienen particular observación ya que podrían dar un alivio a la izquierda latinoamericana muy golpeada en la región tras el giro en Argentina, Brasil y Perú y de esta forma, los ecuatorianos podrían frenar lo que Correa define como una «restauración conservadora» en la región.

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