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Beer Yoga: la nueva tendencia que mezcla la cerveza con el Yoga

Esta moda de mezclar cerveza y fitness ha ganado un gran número de adeptos, pero también hay quienes la critican y aseguran que esto abarata una práctica espiritual legítima.

Muchos estarán de acuerdo en que no hay nada como beber una cerveza bien fría. También se sabe que el yoga es uno de los mejores ejercicios para la salud. Pues bien, la novedad es que ahora, con la moda de “Beer Yoga”, es posible beber cerveza, sin remordimientos, mientras haces tus meditaciones de yoga.

No es ninguna broma. “Beer Yoga”, una moda que llega desde Alemania, consiste, como su propio nombre indica, en beber cerveza mientras se practica yoga, integrando las botellas con las poses estándar, según Wefitter, empresa centrada en un estilo de vida saludable.

Durante el ejercicio, los participantes pueden hacer uso de las botellas en la forma que deseen, incluyendo sostenerla en sus manos, hacer equilibrio sobre sus cabezas, o incluso tomando un sorbo entre poses.

Moda pasajera o práctica espiritual moderna, lo cierto es que esta curiosa disciplina está ganando adeptos en todo el mundo. La práctica aún no ha llegado a España, pero los que la han probado en otros países dicen que es la forma más rápida de alcanzar el bienestar físico y mental.

Esta “tendencia fitness” busca unir a la perfección dos de los mayores amores de muchas personas: La práctica de deporte con una de las bebidas preferidas de la gente.

-El saludo el sol pero con cerveza-

Además de la moda ganar un gran número de adeptos, existen voces discordantes como los puristas más rigurosos del yoga, que la critican y aseguran que esto “abarata una práctica espiritual legítima”.

Algunos expertos en salud también están en desacuerdo, argumentando que la mezcla de alcohol y ejercicio es una muy mala idea, ya que el alcohol puede nublar la percepción, dificultar el control muscular, afectar el equilibrio y restringir la resistencia.

Las personas que no tengan experiencia previa en el yoga pueden empezar la práctica, pero el gusto por la cerveza es un requisito. Algunos de los practicantes relatan que se animaron a beber cerveza durante la clase, y que, realmente, todo se hace muy difícil después de la segunda o tercera botella.

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