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A propósito del conflicto con Corea del Norte: estos son los mecanismos para hundir un portaaviones

El USS Michigan, un submarino de nuclear de misiles guiados, atracó este martes en Corea del Sur el martes,  en lo que un funcionario de Defensa estadounidense describió como una demostración de fuerza en medio de tensiones entre EEUU y Corea del Norte.

El submarino atracó en la ciudad portuaria de Busan, el mismo día en que Corea del Norte celebra el 85 aniversario de la creación del Ejército Popular de Corea, uniéndose así a la gran artillería naval que el gigante estadounidense está desplegando en aguas asiáticas: la flota liderada por el portaaviones de EEUU Carl Vinson.

El portaaviones moderno es un símbolo global de dominación norteamericana, de hegemonía, de paz y hasta de imperio. Pero con más de 300 metros de largo y una carga de más de 100.000 toneladas, es un blanco fácil? ¿Es el gigantesco emblema de la grandeza americana un trozo de acero obsoleto y vulnerable?

  1. Los torpedos

La Marina estadounidense probó una variedad de mecanismos de ataque submarino contra el portaaviones retirado USS America, en 2005, pero la naturaleza exacta de las pruebas y sus resultados sigue siendo confidenciales.

En la Segunda Guerra Mundial, los submarinos hundieron un total de ocho portadores de flota de Japón, Estados Unidos y Reino Unido, comenzando con el HMS Courageous en 1939.

Durante la Guerra Fría, la Marina identificó a los submarinos nucleares soviéticos como un problema crítico para los portaaviones. Si bien se puede vigilar desde cerca los rangos efectivos de los torpedos estándar, los modernos estallan debajo del buque para romper su parte posterior y causar una inundación grave.

  1. Misiles de crucero

Los primeros misiles navales de crucero aparecieron en la Segunda Guerra Mundial, cuando los aviones alemanes usaban bombas planeadoras guiadas con precisión para atacar a los barcos aliados e italianos. Durante la Guerra Fría, los soviéticos desarrollaron una serie de plataformas para lanzar misiles de crucero contra los grupos de batalla de portaaviones de Estados Unidos, incluyendo submarinos, barcos de superficie y aviones. La URSS desarrolló, entonces, el bombardero Tu-22M “Backfire” específicamente para llevar a cabo ataques de misiles de crucero contra grupos de batalla de la Marina.

La mayoría de estos misiles viaja hasta su objetivo cerca del nivel del mar para evitar la detección, apareciendo hacia el final del vuelo con el fin de infligir el máximo daño. 

 

  1. Lanchas go fast

La amenaza que representan los barcos pequeños para los buques de guerra ha sido evidente desde hace tiempo, pero el ejercicio Millenium Challenge 2002 del Pentágono puso en evidencia este problema. En ese polémico ejercicio, pequeñas lanchas que llevaban cargas útiles suicidas infligieron fuertes daños a las fuerzas navales estadounidenses.

La estrategia “Red” fue construida a partir del exitoso ataque de Al Qaeda contra el destructor USS Cole en el 2000, así como el historial de las operaciones de pequeñas embarcaciones iraníes durante la Guerra Irán-Irak.

  1. Misiles balísticos

A finales de los años 2000 se supo que China estaba desarrollando una variante de su misil balístico de alcance medio denominado DF-21 (MRBM) que podría alcanzar objetivos móviles.

Los analistas estadounidenses creen que el misil balístico anti-buques DF-21D (ASBM) puede alcanzar objetivos a 1500 kilómetros de su posición de lanzamiento. Pero quizá lo más importante es que solo la energía cinética de la ojiva viajando a velocidades extremas en su fase final devastaría un portaaviones, llevándolo al menos al final de su misión.

https://www.youtube.com/watch?v=TdPaZZWEyj4

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