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En 1962 se creó la cumbia chilena. Específicamente, según la Sonora Palacios, fueron ellos los creadores de esta verdadera oleada del género.
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“No existía en Chile un ritmo que hiciera bailar al público nacional, que no es un gran bailarín. Sólo había mambo y chachachá, pero se me ocurrió decirle al sello Phillips que podíamos adaptar la cumbia, que era folclor colombiano, al estilo chileno”, cuenta Marty Palacios, miembro fundador y arreglista de la legendaria Sonora.
Fue así que nació “El caminante”, la denominada primera cumbia nacional. Y con ella llegó la tradición de que, al ser un ritmo bailable y alegre, empezara a tocarse en las fondas y quintas de recreo para Fiestas Patrias.
“Cuando llegó la cumbia se empezó a tocar en fondas para ese mismo 18. Ya desde el principio las ramadas tenían más cumbia que folclor, entonces las autoridades y los sindicatos de folcloristas reclamaron”, recuerda Marty.
Después de mucho luchar, por un lado intentando convencer a las autoridades de que la cumbia podía ser música chilena, y por otro a los dueños de los locales de que incluyeran cueca también cuando ellos actuaran, la situación empezó a normalizarse.
“Luché harto para que no se perdiera el patrimonio por estar nosotros en las fondas. Ahora pasamos a ser reconocidos como música típica porque es muy distinta a la cumbia de otros países. Yo creo que ya somos parte del folclor chileno”, dice.
Es por eso que este 18 vimos a la legendaria Sonora presente en varios escenarios, incluyendo el Carnaval Dieciochero de Recoleta, el Sporting Club de Viña del Mar, la Fonda de Don Óscar de Maipú, fondas en San Fernando, Santa Cruz y Chiguayante.
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“Me cuesta hacer cosas nuevas porque la gente quiere siempre lo mismo. Pero ahora nos pidieron hacer versiones cumbia de boleros conocidos en Chile: ya está ‘Amor de pobre’ en la radio y probablemente después venga ‘Mi niña bonita’. Estamos preguntándole a la misma gente qué canciones quiere ver como cumbia”, cuenta Marty.
Francisco Ormazábal / Publimetro