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Pocas bandas de rock vienen a Chile en el peak de su carrera. Para nuestra buena suerte, Arctic Monkeys lo hizo, dejando la vara bastante alta, dejando en claro que son hoy por hoy una de las bandas más importantes del orbe.
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15 mil fanáticos -de todas las edades- repletaron el Movistar Arena, lo que desde hace varios meses no se veía con una banda de rock, pero los ingleses regresaron al país en gloria y majestad para mostrar su más reciente trabajo “AM”, el quinto en su fructífera carrera musical y con el que se darán un respiro después de diez años intensos, en que pasaron de tocar en bares de Sheffield a encabezar festivales como Glastonbury y Lollapalooza, entre otros.
Como buenos británicos, comenzaron su reencuentro con el público nacional -debutaron en 2012 en el marco de Lollapalooza- cuando el reloj marcaba puntualmente las 21.30 horas. Sobre el escenario se podía ver la imagen de su disco “AM” iluminada, mientras la figura de Alex Turner, a esta altura transformado en todo un galán al estilo James Dean, se enfundaba su guitarra para iniciar la fiesta. Los gritos femeninos ensordecieron el recinto mientras los acordes de “Do I Wanna Know?” comenzaban a sonar, enfervorizando a los fanáticos.
Los sonidos de AM prosiguieron con “Snap Out f It” y “Arabella”. Pero la bofetada de rock se vino con “Brianstorm” desatando al público. Era hora de los éxitos cosechados con sus cuatro discos anteriores, Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not (2006), Favourite Worst Nightmare (2007), Humbug (2009), Suck It and See (2011), trabajos que los elevaron a la cima desde donde hoy observan al resto de las bandas del orbe.
Lo que se vino después fue una verdadera ola de hits como Don’t Sit Down ‘Cause I’ve Moved Your Chair, Dancing Shoes, Teddy Picker, Crying Lightning, Knee Socks, My Propeller, All My Own Stunts, Library Pictures, Fluorescent Adolescent y 505.
Sin embargo, “AM” se ha transformado en uno de los discos más populares de la banda de Sheffield, por lo que no fue raro que cerraran la noche con tres temas de su última placa, One for the Road, I Wanna Be Yours y R U Mine?.
Un concierto de una hora y media, en el que los músicos derrocharon todo su talento sobre el escenario y por supuesto, Alex Turner se llevó todos los chillidos de las fanáticas y la admiración de 15 mil espectadores que salieron satisfechos del contundente show, esperando que su anunciado “descanso” no sea tan largo.
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Por: Andrea Herrera R.