Uno de los narcotraficantes más influyentes de Colombia murió sin un peso en sus bolsillos. Evaristo Porras Ardila, quien alguna vez fue el jefe del Cartel del Amazonas, murió de un ataque al corazón a los 62 años.
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Cercano a grandes líderes de la droga, como Pablo Escobar Gaviria y Gonzalo Rodríguez Gacha, Porras Ardila pasó 20 años en la cárcel y hacía cuatro que estaba libre tras haber cumplido condena por enriquecimiento ilícito y narcotráfico.
El capo de Amazonas se hizo conocido en 1983, cuando varios legisldores cercanos a Pablo Escobar denunciaron que el entonces ministro de Justicia, Rodrigo Lara, había recibido un cheque de manos de Porras, quien ya era jefe del cartel de drogas de la zona. Lara comenzó una cruzada contra el narcotráfico y al año siguiente fue asesinado en Bogotá por orden de Escobar.
Evaristo Porras Ardila era un hombre enfermo según Gustavo Sastoque, un ex compañero de prisión. “El decía que tenía mal de Parkinson y además era enfermo del corazón. Incluso una vez intentó suicidarse (en una cárcel de Bogotá) con una sobredosis de pastillas. Cuando se repuso me dijo que no quería vivir más tan enfermo”, señaló Sastoque.
De las excentricidades por las que era conocido Porras no quedó nada. Aunque llegó a vivir en una mansión que construyó basándose en la serie Dinastía, en sus últimos días este narco vivió de la caridad de sus familiares. Porras falleció el 3 de marzo en su casa de Bogotá y su entierro se realizó el 5 de marzo.
