Puro nervio “Rojo” frente a La Moneda y en Paseo Ahumada

Publimetro recogió pequeñas historias durante el partido en estos puntos neurálgicos de los hinchas

La barra de los hinchas oficinis­­tas de los edificios cercanos mandaba en la Plaza de la Constitución y, en menor medida, en el Paseo Ahumada. El segundo tiempo sin goles sumado a un cielo que de cuando en vez dejaba caer unas gotas de lluvia, hizo que el desenlace del encuentro ante Honduras pusiera los nervios de punta al millar de hinchas aglutinados frente a La Mone­da y a las más de 2 mil almas en el paseo peatonal.

Turistas fuera de foco

En medio de las celebraciones, un grupo de estadounidenses y canadienses recorre la Plaza de la Constitución. “Ahí está la estatua de Allende, que se suicidó en La Moneda”. Quien les habla (en inglés) es Hernán Correa, guía con siete años de experiencia. “Vi menos de la mitad del partido, tenía que trabajar, pasearlos por los lugares de interés del centro”, se lamenta. “Todo esto es muy hermoso. En mi país el interés por el soccer (fútbol) está creciendo cada vez más. Yo y mi hijo de nueve años jugamos”, comenta Robert Pritchard, uno de los extranjeros. Están en Chile en el marco de una conferencia de chefs.

Con el permiso del banco
Son unas doce mujeres agrupadas frente a La Moneda, entusiastas. “A las 10 tenemos que entrar a la pega (en Normaliza del BCI), así que nos queda poquito para seguir celebrando”, nos dice Clara. ¿Y la jefa? “Celebra en la oficina la señora Lorena”, agrega Margarita. “Los otros partidos, por los horarios, los veremos en la oficina con su cosita”, remata Denisse.

“Bombo-man”
El improvisado líder de la barra en Ahumada tocó con frenesí hasta el minuto 40. El exceso de alcohol le pasó la cuenta y quedó tumbado en el suelo. Minutos antes tomaba con entusiasmo una botella plástica llena de piscola.

Jóvenes camufladas
Las caras pintadas de un grupo de jóvenes se roban la película en la Plaza de la Constitución. “Partimos desde anoche y medios puestos. Deberíamos estar cumplien­do labores en otro lado, aquí por Moneda, pero no nos podíamos perder esto”, nos dijo el único hombre del colorido grupo, que prefiere pasar inadvertido y se esconde para la foto. Sus amigas se mostraban sin pudor, pero camufladas por la pintura, lentes y gorros.

Gilda, mamá hincha
Gilda Martínez destacó en el Paseo Ahumada no sólo porque está en primera fila ante la pantalla gigante. Tam­bién porque vino en familia, con sus tres hijos. Es su primera vez aquí en esta actitud. “Tenía que ir a trabajar pero no fui”, dice desafiante. ¿Así no más, no fuiste?, le preguntamos. “Es que, creo, podía no hacerlo. A mis niños también les di permiso para venir conmigo (…) Estamos súper felices. Imagina que es el pri­mer mundial de mis niños”, nos responde.

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