Ayer se lanzó el libro “El delito de cuello clerical en Chile”, donde se revelan los casos de “narcodiezmos”, que consisten en ayudas que entregan los narcotraficantes a las iglesias evangélicas (especialmente a las pentecostales) y a cambio blanquean sus dineros.
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“Por lo general esto no ocurre en la Iglesia Católica porque existe una mayor institucionalidad, hay un mayor control por parte de las autoridades”, dijo a Publimetro el reverendo David Muñoz, Capellán Nacional Evangélico de la Policía de Investigaciones y autor del texto, quien además aseguró que recibía críticas por los trabajos que ha hecho.
Según explicó, entidades religiosas pueden caer en la tentación de poner a disposición de asociaciones ilícitas su personalidad jurídica y así encubrir estos hechos. En el libro entrega el ejemplo del caso del pastor Patricio Araya, quien fue testaferro de la banda “Los guatones” y hoy cumple una condena.
“He recibido varias denuncias de gente perteneciente a la iglesia que da a conocer estos casos. Yo los oriento y les digo cómo abordar el tema”, señaló Muñoz.
El obispo Emiliano Soto, de la Mesa Ampliada de Entidades Evangélicas, dijo que estos casos son aislados y que “mostrar algo real de la sociedad, no significa estigmatizar el trabajo y la acción de las iglesias”.
El libro además da a conocer casos de abusos sexuales por parte de sacerdotes y pastores. Según Muñoz, a finales de mes lanzará el “Manual Criminológico para Investigar Sectas”.