Entregan consejos a padres ante denuncias de abusos sexuales de menores

El equipo de profesionales del Centro de Asistencia a Víctimas de Atentados Sexuales (Cavas) Metropolitano de la PDI, ante las últimas denuncias de abusos sexuales de menores en colegios de la capital, elaboró una serie de consejos para los padres y adultos responsables del cuidado de menores.

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Los especialistas en el tema, según precisa la página web de la PDI, indican que las consecuencias de una agresión sexual dependen de la forma en que se lleve a cabo este delito. También, inciden las características personales de la víctima y la forma en cómo reacciona su grupo familiar.

 

Por esta razón, no es posible asociar síntomas específicos y exclusivos a todos los niños. Hay casos en los que hay un “florecimiento” de síntomas y en otros, ausencia de los mismos.

 

Para prevenir, el citado organismo resaltó que es necesario generar espacios de diálogo habituales y permanentes con el niño como adolescente. Éstos deben convertirse en una instancia de acogida, contención, confianza mutua y supervisión directa: ¿Cómo te fue en el colegio? ¿Qué actividades hiciste en mi ausencia? ¿Con quién las hiciste? ¿Qué te parecieron? ¿Te gustaron? ¿Sí? ¿No? ¿Por qué?.

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Una de las mejores herramientas de prevención es el conocimiento específico que se tenga de los niños que nos rodean, ya que ello nos permitirá detectar cambios inesperados a nivel conductual, emocional y/o físico, afirman los profesionales.

 

Dentro de los cambios que manifiestan los niños o adolescentes que pueden estar siendo víctimas de agresión sexual, es posible observar un conocimiento y expresión de la sexualidad no esperables en su etapa de desarrollo, ni para su historia familiar y estilo de crianza. Se puede manifestar a través de juegos o dichos directos.

 

También, se puede apreciar el rechazo a espacios o personas específicos, sin que haya una explicación lógica. Modificaciones en el rendimiento y conducta escolar. Cambios en su forma de relacionarse con otros, ya sean pares o adultos. Algunos ejemplos son el hipo o una sobrerreacción.

 

A éstos se suman cambios conductuales como alteraciones en el sueño, pesadillas, temor a separarse de figuras protectoras y/u orinarse, cuando éstos comportamientos no se expliquen a partir de elementos ambientales (duelos, modificaciones en su situación familiar, desastres naturales, etc.).

 

El Cavas también llamó a fijarse en signos físicos no habituales en la zona genito-anal, tales como erosión, enrojecimiento y molestias específicas, que no sean explicables de manera lógica.

 

Finalmente, se debe tener en cuenta que frente a la presencia de las manifestaciones conductuales antes descritas se recomienda recurrir a los especialistas de la PDI, quienes pueden entregar orientación y recibir las denuncias.

 

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