¿Usted se comería un asado de caballo?

Cada día existen más carnicerías equinas en el país. Expertos analizan sus defectos y virtudes.

Es tema hace rato en Chile y por estos días cuando se acercan las Fiestas Patrias, con mayor razón.
Es que una de las cosas típicas que se hace para celebrar el “18” es un buen asado.
Vacuno, cerdo, cordero, pollo, pavo, da lo mismo, todo es bienvenido.
Pero, ¿realmente se puede tirar cualquier carne a la parrilla? ¿Se puede hacer un asado de carne de caballo, por ejemplo?
En el país cada vez es más común encontrar carnicerías equinas. Una de las pioneras es La Hacienda, con años de tradición en Concepción.
Su dueño, Juan Caraboni, quiere derribar todo tipo de mitos que hablan de que la carne equina no se puede comer.
“La gente no come por recelo, por mito, porque es negra y piensan que por eso es mala, pero es tan negra como el jabalí, por ejemplo”, asegura Caraboni, quien hace rato cuenta con una clientela respetable en la capital penquista. “Tengo hartos clientes hace años y cuando llegan más siempre es por datos”, dice.
¿Y qué beneficios tiene comer carne de caballo en vez de otras carnes? “Es más blanda  y mucho más barata que el vacuno”, asegura “Don Juan”.
Caraboni, además, tiene claro cuál es la mejor forma de comerla. “La carne de caballo es ideal para un buen sandwich o para mezclarla con las longanizas. Si es a la parrilla, lo más sabroso es el lomo vetado, las entraña, tapabarriga y las costillas que son muy sabrosas”, recomienda.
Para Juan Araya, el dueño de las míticas Parrilladas Uruguayas, el tema es raro, por decirlo de alguna forma.
“Yo supe en Chile que se comía la carne de caballo, antes no tenía idea. De hecho cuando conté en mi país tampoco me creían”, cuenta el charrúa, que confiesa no haber comido nunca.
“Nunca la he comido y nosotros tampoco la vendemos, lo que me han contado es que la grasa es más amarilla y es un poco más dura, no sé más que eso. En todo caso creo que si hay gente que la come es porque sí se puede”, agrega Araya.
Lo que sí está claro es que la carne equina es mucho más barata que el resto. “Sé que tiene precios bajos y por eso se vende harto en poblaciones populares, donde hay muchas carnicerías de este tipo”, agrega el charrúa, que pese a no ser chileno siempre es bien visitado por todos nuestros compatriotas para estas fechas.
En fin, la carne equina ya es una realidad, ahora usted sabe si la come o no.
 

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