El documental de 42 minutos colgado en YouTube y que ya circula por las redes sociales, muestra el estado de los animales de los cinco zoológicos más importantes del país: el Zoológico Metropolitano, Buin Zoo, Serena Zoo, Lampa Zoo y el Parque Zoológico de Quilpué.
“Los resultados comprueban lo que nosotros sospechábamos”, dice Isabel Collao Lemus, vocera de EligeVeganismo que participó en las grabaciones y monitoreo de los animales.
“Le mostramos todas las imágenes que pudimos tomar de los diferentes zoológicos a Claire Palmer, zoóloga de la Universidad de Edimburgo, Escocia y Máster en Comportamiento Animal. Ella se sorprendió, dijo que es evidente que los animales no están bien”. Recintos pequeños con muchas especies en jaulas de pocos metros cuadrados, animales extraídos de su hábitat natural para que las personas, que además les tiran comida, les golpean las jaulas e intentan tocarlos, sólo aportan a aumentar los cuadros de la llamada “zoocosis”.
El término, acuñado por el zoólogo inglés Bill Travers en 1992, describe el estado de neurosis que padecen los animales que son sometidos a un encierro prolongado, y que puede implicar desde paseos constantes y rutinarios o movimientos de cabeza, hasta la automutilación e incluso el suicidio.
Lechuzas que se tiran contra las rejas, como moscas al ventanal. Pingüinos que nadan erráticamente en su estanque y hasta un zorro culpeo paseándose incansablemente por su jaula, son algunos de los animales que pueden verse en este documental.
El trabajo también abarcó el tema de la venta y traspaso de animales entre zoológicos, actividad que cada país regula, pero para la que no existen normas internacionales.
“A los zoológicos llegan monos y nadie sabe de dónde vienen”, dice Isabel Collao Lemus. Tampoco hay reglas internacionales para regular la tenencia y cuidado de los animales en cautiverio, por lo que este ítem queda a criterio de la administración de los zoológicos.
El único recinto que recibe aportes estatales es el Zoológico Metropolitano de Santiago, que depende del Parque Metropolitano de Santiago y que percibe más de 800 millones de pesos anuales. Los demás son privados. Es el Servicio Agrícola y Ganadero el encargado de fiscalizar y establecer qué tipo de especies pueden tener.
“Lo que pasa es que al lugar que tú vayas, puedes buscar todo lo malo”, dice Pablo Carvajal, dueño del Zoológico de Lampa.
“Nosotros tenemos a los animales bien en general, los visitan veterinarios… claro, el punto de comparación siempre va a ser la libertad y, bueno… obviamente hay un maltrato. Y muchas veces estos animales son rescatados o donados, y yo no soy millonario para tenerle una mansión a cada animal que tenga”, agrega Carvajal.
“Todos los animales de Buin Zoo que se muestran en el video presentan desplazamientos que son parte de su conducta exploratoria natural de los recintos que habitan. Todos los animales se ven activos y recorriendo sus exhibidores completamente, que es precisamente lo que buscamos para su bienestar al mantenerlos bien alimentados y ejercitados”, declaró el Buin Zoo a través de un comunicado de prensa emitido ayer.
“Todas las denuncias en las que se involucra a Buin Zoo en dicho video carecen de fundamento científico y evidencia clara. Es por lo anterior que entendemos que sólo se basan en una notoria intención de desprestigiar a una insitución que se ha caracterizado desde sus inicios por una marcada preocupación por el bienestar animal y conservación de las especies”, agrega el comunicado.