Como ya es costumbre, marcas y consumidores se preparan para celebrar el Día de la Piscola este sábado 8 de febrero. Este es el décimo primer año en el que se celebra la mezcla de pisco y bebida cola, que se ha posicionado como uno de los tragos favoritos de los chilenos.
Según datos de la Asociación de Productores de Pisco, se consumen 2,2 litros per cápita de este destilado anualmente, esto es 36 millones de litros de consumo por año a nivel nacional. Diez veces más que en el vecino país. “A pesar de que hace algunos años la venta de pisco tuvo una baja frente al ron, hoy el pisco vuelve a tomar su fuerte liderazgo, movido fuertemente por marcas premium como Bauzá, premiado en el mundo por su gran calidad y sabor”, señala Rodrigo Bauzá, Gerente General de Pisco Bauzá
“Nuestro aporte como familia a la industria del pisco ha sido constante a través de estos 89 años de historia. Nuestro pisco se hace con mucha precisión y cuidada selección, una exigencia que mi abuelo impulsó y que hoy es una tradición que se ha traspasado por generaciones. Cada generación le ha aportado algo más. Y así las exigencias crecen, la calidad mejora, y crecemos empapados en historia y dedicación, en búsqueda de distinción, de singularidad” agrega el empresario.
” Hemos sido vanguardistas en calidad de piscos. Siempre buscamos dar un paso más allá. Fuimos los primeros en desarrollar un pisco doble destilado. Y ahora tenemos piscos de excepción para cada tipo de consumidor. Desde blancos hasta añejados por generaciones en roble. Pero siempre destacando ese sabor frutal que lo hace único. La uva que plantamos a 1.200 metros sobre el nivel del mar tiene un sabor más delicado y un aroma agradable”, aclara.
Y el aumento por un consumo de mejor calidad no ocurre simplemente con el pisco, durante el último año, las estadísticas indican que el consumo de productos premium en general va en aumento, sin embargo ningún destilado supera al pisco.
Sobre la explosión que hay por la mayor demanda de estos productos de alta gama en el mercado chileno, menciona que el consumidor se ha puesto más exigente. “Hoy hay un comportamiento diferente al momento de elegir un buen pisco. Ahora la gente está dispuesta a gastar un poco más por un buen producto y una buena experiencia; atrás quedaron las “noches alegres, mañanas tristes”, se prefiere el sabor y la calidad ante el precio” señala Bauzá.
“Durante tres generaciones nos hemos dedicado a elaborar piscos de alta calidad, los que exportábamos en su gran parte a mercados maduros en términos de consumo, donde la calidad se apreciaba desde mucho antes por una mayor oferta y conocimiento. Hoy el consumidor chileno se reconoce mucho más entendido y ya puede identificar de buena manera los productos de calidad, por lo que nuestras ventas a nivel local han crecido considerablemente”.
El pisco está de vuelta. Y está dando que hablar.
