La cocaína líquida llegó a Chile para quedarse. El nuevo milenio trajo consigo el aumento progresivo del tráfico de esta sustancia en América y desde hace casi una década se ha encontrado con más frecuencia en el país.
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Resulta que la cocaína es una sustancia tremendamente soluble, por lo que se puede mezclar con muchos productos sin perder sus propiedades. Esta capacidad, ha hecho que los traficantes internacionales inviertan en investigación científica para encontrar nuevas formas de disfrazar este blanco polvo, como por ejemplo, el líquido.
Pero, ¿cómo se traslada sin ser perceptible?
La cocaína puede disolverse en una gran variedad de líquidos como agua, vino, shampoo o cosméticos y pasar totalmente desapercibida a simple vista, incluso una vez diluída es muy difícil detectar la droga usando rayos X u otros métodos ultrasonido. Una vez trasladada, vuelve a su estado natural mediante un simple proceso de decantación a través del cual se puede llegar a recuperar el 90% del producto.
A estas alturas la cocaína ya tiene propiedades camaleónicas. Le han dado tantas formas como colores existen en una paleta, todo para que logre llegar a su destino lo más pura posible. En Chile se han registrado casos insólitos como el de Colchane, donde un sujeto boliviano transportaba cocaína líquida al interior de unos preservativos.
En marzo del 2013, tres personas fueron arrestadas por traficar esta sustancia en envases de agua saborizada y latas de bebida. El mismo año, se encontraron nueve kilos de cocaína líquida camuflada en botellas de whisky, la cual era transportada por peruanos que conocían muy bien la técnica. Este año no ha estado exento de sorpresas, se decomisaron 27 kilos de esta sustancia en Chillán, los cuales estaban envasados en botellas de bebidas legales.
Y la semana pasada, la PDI detuvo en el aeropuerto a tres personas, dos mujeres y un hombre de nacionalidad venezolana, chilena y ecuatoriana respectivamente, que transportaban 40 kilos y medio de cocaína envasada en frascos de productos cosméticos. Los viajeros estaban a punto de abordar un vuelo comercial con destino a Roma, Italia, aunque probablemente no a visitar al Santo Padre.
Otros métodos más curiosos con los que opera la mafia internacional han generado grandes dolores de cabeza de la policía, como el reclutamiento de obesos para traficar cocaína entre los pliegues del cuerpo o el transporte de la sustancia impregnada en la ropa, aunque al parecer aún no han arribado a nuestro país…¿o si?