La “Tía Rica” no es la única que sufre a causa de robos perpetrados por malos sobrinos. Y de la manera más triste lo pudo comprobar un hombre de 80 años de Calama, quién sufrió un atraco de parte de su propio familiar, luego que este lo sedara.
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Todo ocurrió durante la mañana de este domingo, cuando el hombre invitó a su sobrino a tomar desayuno. Tomar agüita caliente con alguien a quien conversarle largamente son de esas cosas valen más que todos los millones del mundo, cuando se es anciano. Por eso, cuando el abuelo notó que el café tenía un sabor extraño, hizo caso omiso a sus sentido del gusto, pues pensó que todo se debía a la misma razón de siempre: ya no fabrican nada como las cosas de antes. Sin embargo, el extraño amargor tenía otro fundamento: la perversa intención de su familiar por sedar a su anfitrión.
Fue así cuando, en medio de la conversación, el abuelito se quedó dormido. Y lo que puede parecer una actitud normal en una persona de la tercera edad, no lo fue en este caso, pues el malévolo sobrino aprovechó que el dueño de casa estaba sedado para robarle $27 millones, además de joyas y relojes, según informó Radio Bío Bío.
Horas después, cuando el anciano despertó, se dio cuenta de todo. Porque más se sabe por viejo que por diablo y, porque además, vio que su casa estaba desordenada. Con una profunda pena en el corazón se contactó con Carabineros para acusar esta situación. Los efectivos trabajan en estos momentos en la captura del sobrino, quien está plenamente identificado. Y si bien, aún no se sabe qué penas recibirá el ladrón de parte de la Justicia, hay un proverbio que dice que todo se paga en este mundo.
