Una nueva detención ciudadana fue publicada ayer por Chilevisión. Esta vez, el hecho ocurrió en un microbús en Concepción, cuando un lanza intentaba escapar con un celular recién robado. No obstante, lo único que pudo llevarse fue una golpiza.
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Todo comenzó cuando el delincuente se subió a la micro, por la puerta de atrás, sin pagar el pasaje. El hombre no estaba vestido de etiqueta, cuestión que confirmó que su intención no era ofrecer esos productos que nunca están de más en el botiquín de la casa, en la cartera de la señora o en la billetera del varón. Aprovechando un descuido de uno de los pasajeros, hizo gala de sus rápidos movimientos con la mano y le sustrajo un celular a un joven. Pero el conductor captó todo y cerró las puertas. Ahí comenzó el infierno para el lanza.
Enojado, el pasajero, comenzó a golpearlo como si fuera un verdadero boxeador. Combos iban, pero ninguno venía. Ante esto, el antisocial pidió ayuda y, alertados por los gritos, uno de los pasajeros se acercó a ver lo que sucedía. Al recibir las explicaciones correspondientes, no dudó en darle derechazos.
“¡Por favor, ahí no más, ahí no más, ya, discúlpeme hermanito!” suplicaba el delincuente, mas su petición de clemencia no fue escuchada. Finalmente, el ladrón se “salvó” solo cuando llegó Carabineros.