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“Blue estaba realmente asustado y al principio no me reconoció. Estaba asustado del viento, de los árboles, de la gente y del lago que está al lado de la casa. ¡En Chile no había todo eso! Después de un rato el comenzó a relajarse y recordarme. Él está todavía un poco nervioso e inestable, pero, ¡era de esperarse después de todo lo que pasó en estos días!”. Con esas palabras Andie McKinnon (16) describió su reencuentro con Blue, el cachorro mestizo de Labrador que conoció en Antofagasta, pocos días después de que el perro llegara a su hogar en Texas. Sí, a Texas, porque Andie es una estudiante norteamericana que después de conocer a Blue en julio del año pasado nunca pudo olvidarlo e hizo de todo para poder adoptarlo.
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La historia de Blue y Andie comenzó en el norte de Chile, cuando Blue solía pasear por la Plaza Colón y alimentarse de lo que los jardineros o dueños de tiendas le dejaban de sus sobras de comida del días. Fue en esa plaza donde la joven jugó y compartió muchos de los días que pasó en Chile con él.
Cuando a mediados de este año tuvo que volver a Texas, Andie tomó una decisión: debía adoptar al cachorro. Pero no sabía cómo lograrlo. “¡Necesitábamos tanto! Encontrarlo, el transporte, sus vacunas! ¿Cómo hacerlo? Había tantos perros callejeros en Chile”, explicó la joven a News Forange. Cuando le dijo a su madre que quería traer al cachorro a su hogar, ella inmediatamente accedió y contactó a Francisco Rivas de Rescate Canino, organización que, como su nombre lo indica, se dedica al rescate de perros callejeros.
Según explicó a Publimetro Cynthia Pinilla, presidenta de dicha organización, tal como la joven pensaba no era tarea fácil que el cachorro cruzara el continente. “La ley establece que hay que pasar una serie de pruebas para poder sacar un animal del país. Pero antes que todo teníamos que encontrarlo en Antofagasta. Después de eso teníamos que reunir los fondos necesarios no sólo para el ticket aéreo, sino para poder ponerle todas las vacunas que la ley exige, además de todos los trámites burocráticos que el proceso involucraba”, enfatizó Cynthia.
Pero Andie nunca se rindió. Hizo un Facebook para reunir fondos y contactó aerolinea por aerolinea hasta que encontró una que podía llevar a Blue a EEUU.
Luego de que la organización logró encontrar al cachorro y llevarlo a su refugio en Maipú, ambos siempre estuvieron en contacto mediante videoconferencias. Los más de cuatro meses de espera valieron la pena, asegura ella, hoy Blue es un perro de un año que vive feliz en Texas, donde corre por todas partes ya acostumbrado a tener un lago al lado y, lo más importante, una familia y un hogar.