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La Confederación de Padres y Apoderados de Colegios Particulares Subvencionados (Confepa) llegó hasta La Moneda para dejar un ataúd a la Presidenta, con el fin de simbolizar la muerte de los colegios y la calidad de la educación chilena.
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La presidenta Confepa, Erika Muñoz, enfrentó a la mandataria a que los reciba y escuche la voz de la ciudadanía. “Hace dos semanas que solicitamos una audiencia con la Presidenta Bachelet y le entregamos una carta con nuestra posición, inquietudes y temores. Lo cual no hemos recibido respuesta alguna”, manifestó Muñoz.
Además, añadió que “como madres y padres le pedimos que escucha a su corazón y que entregue al país la reforma que verdaderamente todos esperamos, pero claramente no es ésta”.
