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La prevención e información es fundamental a la hora de elegir dónde pasar las vacaciones y así evitar problemas de salud. Muchas veces quienes deciden ir a acampar se enfrentar a un elevado número de insectos o arácnidos que pueden hacerlos pasar más de un problema de salud.
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Tal es el caso de los alacranes, que pertenecen a la familia de los arácnidos y poseen ocho patas. Se distinguen fácilmente por sus grandes pedipalpos y tenazas que utilizan para atrapar a sus presas y su abdomen segmentado en dos, el mesosoma y el metasoma o post abdomen, formado por 5 segmentos que terminan en un aguijón muy fino y curvo, conectado a una glándula donde se aloja el veneno.
“Como regla general, las especies tóxicas tienen tenazas delgadas, mientras que los escorpiones con tenazas gruesas y de gran alcance son menos tóxicos”, aclara Fernando Torres, académico de la Escuela de Química y Farmacia de la U. Andrés Bello.
Según explica el químico farmacéutico, los alacranes son de hábitos nocturnos, pasan la mayor parte del día en lugares sombríos: debajo de piedras, maderas, escombros, lugares húmedos. En la noche salen a cazar insectos y arañas que se convertirán en su alimento, por ello la precaución que deben tener quienes salen a acampar.
En nuestro país se los encuentra prácticamente en todo el territorio, especialmente en zonas desérticas, semidesérticas y montañosas.
“Los alacranes pican, no muerden. Su picadura deja una lesión usualmente eritematosa que puede infectarse si no se cuida, la mayoría de los problemas en el accidente por picadura de alacranes en nuestro país es la infección de la zona de picadura”, dice el experto.
Además, el especialista subraya que un cuidado especial debe tener aquellas personas que tienen antecedentes de alergia a picaduras o mordeduras de insectos o arañas, ya que este grupo de pacientes puede desarrollar una reacción adversa más importante.
Recomendaciones
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En caso de sufrir una picadura por alacrán, Fernando Torres recomienda no succionar la herida, lavar el sitio de la picadura con agua y jabón y aplicar hielo en la zona afectada y acudir a un centro médico.
Pero siempre es mejor prevenir que curar, por ello que el académico de la UNAB sugiere no tenerlos por mascota ni jugar con ellos; siempre usar un calzado protector sobre todo de noche y revisar ropas y calzado antes de ponérselos; si los zapatos están sobre el piso, sacudirlo antes de ponérselos; revisar y sacudir enérgicamente las ropas antes de usarlas, al igual que las toallas de baño y sábanas antes de dormir; no levante objetos sin haberlos revisado por debajo; no meter las manos en grietas o huecos de muros y paredes; y si va a acampar despeja la zona de malezas y basura y revisa sacos de dormir antes de acostarte.
