0 of 8
Era la mañana del 27 de febrero de 2010 y tras el terremoto y maremoto que destruyó la costa de Pelluhue, en la Provincia de Cauquenes, en la Región del Maule, el joven Bruno Sandoval -al igual que muchos- se animó a bajar al sector en el que antes se encontraba su casa. Ahí, en medios de escombros dejado por el tsunami, descubrió una bandera, rajada y sucia, la cual no dudó en levantar.
PUBLICIDAD
Metros allá estaba Roberto Candia trabajando. El fotógrafo de la Associated Press estaba mirando a través del visor de su cámara cuando vio a Sandoval con la bandera en la mano. Rápidamente comprobó los valores de la apertura del diafragma y en la velocidad de obturación de su cámara y disparó, capturando así la imagen que se convertiría en el ícono de la reconstrucción.
Pero, ¿qué pasó con esa bandera tras el acierto fotográfico?
Tras ganarse la fama internacional, la bandera fue reclamada por Daniel Marín, un habitante de Pelluhue que afirmó ser su legítimo dueño. La lavó, guardó y cuidó por tres años, cuando las labores de reconstrucción habían avanzado muy poco.
Así, en julio de 2013 sintió que no podía más con sus problemas económicos y, a pesar de afirmar que el objeto tenía un inmenso valor sentimental, decidió ponerla en venta.
Por esos días, la fundación Desafío Levantemos Chile se enteró de la noticia y vio una oportunidad de ayudar a Marín y, de forma simultánea, a cientos de otros compatriotas afectados tanto por el terremoto como por el tsunami.
Fue así como acordaron realizar una subasta para el 9 de agosto de 2013, en Casa Piedra, en Vitacura. A la Gran Gala de la Solidaridad ‘A mí sí me importa’ llegaron artistas, rostros de televisión, empresarios, personalidades del mundo político y también público interesado en ayudar con la reconstrucción, y también con la fundación que había iniciado Felipe Cubillos, el mismo que falleció en un accidente aéreo junto a Felipe Camiroaga en Juan Fernández, en septiembre de 2011.
PUBLICIDAD
Ese día se realizaron varias actividades para recolectar dinero. Pero sin duda, una de las más interesantes fue la subasta de la bandera. Tras varios tira y afloja, la oferta más alta llegó de parte del empresario Pedro Rivas, quien extendió un cheque de $8 millones para quedarse con ese objeto. De ese dinero, la fundación entregó un porcentaje a Daniel Marín, el primer dueño de la bandera, y el otro fue destinado a los proyectos de reconstrucción.
“Me siento muy feliz de haber gestionado esto”, declaró en su momento Marín y agregó que “yo tenía que vender la bandera por falta de dinero y no quería. Había recibido varias ofertas,pero en ninguna estaba ayudando”.
Lo beneficioso de esa jornada es que, gracias a esa gala, se logró recaudar $203 millones, los cuales incluían el dinero recibido por la bandera.
¿En qué se gastó el dinero obtenido?
Cristián Goldberg, uno de los colaboradores de la fundación declaró que las sumas recibidas ese día permitieron ayudar a cerca de 200.000 chilenos. Sin embargo, esa subasta no es la única que realizó la organización.
Desde comunicaciones de esa ONG indicaron a Publimetro que, con el dinero recibido en esa ocasión y otras actividades realizadas hasta ahora no solo se ha ayudado a personas que lo perdieron todo con el terremoto, sino que también a quienes han sido víctimas de otros desastres, como los incendios en Iquique y en Valparaíso.
En ese sentido, indican que, hasta la fecha han inaugurado 7 jardines infantiles y 118 bibliotecas infantiles; que han colaborado con la construcción de un policlínica sectorial “Rosita Beneviste” en San Bernardo y con la edificación de un Centro de Salud Familiar (Cesfam) en el cerro Las Cañas tras el incendio de 2014.
De hecho, realizan un catastro indicando que han apoyado 28 emergencias, considerando incendios, terremotos, tsunamis y temporales y que esperan seguir colaborando con la reconstrucción del Chile siempre golpeado por diferentes catástrofes naturales.