Expertos analizan cómo será el primer "súper lunes" de marzo

Un sicólogo y un experto en seguridad vial hacen un diagnóstico de Santiago. Entregan recomendaciones a las personas para superar el estrés que puede generar el próximo lunes 2 de marzo.

El lunes es el primer día hábil de marzo y tanto las autoridades, como los especialistas y la ciudadanía preven un colapso vial en la capital. La llegada de los últimos veraneantes de febrero, el ingreso de los escolares y el paulatino comienzo de clases de los estudiantes de educación superior pronostican un escenario bastante complejo para el próximo dos de marzo.

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El sicólogo de la Universidad Bernardo O’Higgins, Rodrigo Pereira, señala que los santiaguinos se verán expuestos a “un alto nivel de estrés y ansiedad”, que en sicología se denomina el “síndrome de estrés posvacacional, que es normal y que se produce en la reincorporación de las familias a sus labores cotidianas”.

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Para el sicólogo, este síndrome es normal y debería durar entre dos  y tres semanas. Lo anormal sería que esto repercuta en las personas “físicamente, a través de nauseas, de dolores de cabeza o estomacales, con irritabilidad o ganas de no levantarme”, lo que se traduce en un diágnóstico más grave de “trastorno de ansiedad o depresión”.

El especialista recomienda que es bueno volver a las labores cotidianas de manera paulatina y hace un llamado a las organizaciones a “ser más flexibles en el nivel de exigencia, tanto para los trabajadores como para los estudiantes”.

Por otro lado, respecto del caos vial que posiblemente vivirá Santiago, el ingeniero civil Pablo Jofré, experto en seguridad vial y presidente de la Corporación Consenso, señala que lo primero que hay que entender es que “el caos vial que se vive en Chile tiene un enorme costo para el país, porque el costo del transporte con respecto al PIB es de un 3% aproximadamente. Entonces cuando aumentas el tiempo de circulación también aumentas el costo del PIB del país, o sea mientras más taco nos hacemos más pobres”.

El experto agrega que no solo hay costos económicos relacionados a la fuerte congestión vial que se vive en Santiago, ya que también hay asociados costos privados, sociales y ambientales. Y el diagnóstico no es muy alentador, ya que según Jofré “sólo hay soluciones parches, porque no hay un organismo que controle todas la medidas de mitigación, sino que los ministerios y otros organismos trabajan cada uno por su lado”.

Las soluciones tienen que venir “con una visión global de todas las variables relacionadas en este problema y eso se tiene que hacer con políticas interministeriales”.

Para el experto en seguridad vial el escenario es claro, “aquí las políticas de transporte público fracasaron.Lo primero que hay que hacer es reconocer que hay un problema y luego de eso implementar soluciones, a corto y largo plazo”, concluyendo que “las soluciones a largo plazo serían construir una red vial de transporte público que mejore el Transantiago y duplicando la cobertura del Metro”.

 

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