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Al parecer la naturaleza está enojada con Chile: inusuales lluvias en el norte y una peligrosa sequía en el sur han generado postales dolorosas en un país que ha acumulado varias tragedias naturales durante los últimos años.
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Pero, ¿por qué se produce un escenario tan extraño? Según Patricio Pérez Jara, doctor en física de la Universidad de Purdue y académico de la Universidad de Santiago (Usach), uno de los muchos factores que podrían explicar este complejo escenario es la alta emisión de dióxido de carbono (CO2).
“Yo creo que hay una relación directa entre la emisión de C02, el aumento de los gases que producen el efecto invernadero y las temperaturas de la tierra, porque lo que genera todo esto, es una alteración del equilibrio radiactivo de la Tierra”, dice el experto.
“En términos simples, lo que pasa es que se altera la actividad radiactiva emitida por el sol. Los rayos llegan a la superficie, pero se impide su escape hacia el espacio, lo que produce el calentamiento global“, agrega el académico.
Según esta es una de las razones que explica que se desestabilice el clima, haciendo que llueva en lugares donde no es habitual que esto ocurra, y aumentando las temperaturas en sectores del planeta donde suele ser más frío.
“Uno podría argüir que hay una relación directa en estos cambios, porque efectivamente se está calentando el planeta”, dice el profesor universitario.
Incendio forestal: una tragedia doble
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Una de las aristas que menciona Patricio Pérez es el incendio forestal registrado en el sur de Chile. Para él, esta tragedia tiene un impacto inconmensurable, pues el daño que se generaría con la quema de un árbol es biológico, histórico y también climático.
“Una de las formas en que se produce alta emisión de CO2, es con el consumo de materiales fósiles, como el carbón y los combustibles. Ahora, la quema de un bosque forestal, implica la emisión de una importante cantidad de dióxido de carbono. Si bien, porcentualmente no es una contribución significativa, tiene un doble efecto, porque lo que se queman son árboles, que además de su valor histórico, son las especies que ayudan a absorber el CO2 del planeta”.
De hecho, cree que las sequías y la desertificación producidas en otras partes del planeta, tienen un alto impacto en la absorción de material como el CO2.
“Tanto el incendio forestal como la desertificación son grandes amenazas para el planeta”, afirma Pérez.
¿Cómo evitar ser un productor de C02?
El especialista aclara que hay varias formas de contribuir con la disminución de dióxido de carbono. “Todos los seres humanos vamos a emitir C02, de una y otra forma. El tipo de calefacción que elijo, los tipos de combustibles que utilizo, contribuyen a aumentar los gases invernaderos. Sin embargo, la idea es informarse antes de usarlos”, dice.
Por lo mismo, el especialista hace un llamado a evitar la utilización de combustibles fósiles, evitar la calefacción a leña y preferir formas de movilización con combustión a gas o, simplemente, de tracción humana, como la bicicleta.
