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El periodista de CNN Chile Daniel Matamala y el critico literario Matías Rivas se encuentran enfrascados en una polémica luego que este último escribiera una dura columna contra los periodistas que son “reyes de la moralina”.
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El pasado sábado, el también Director de Publicaciones de la Universidad Diego Portales ocupó su sección en La Tercera para referirse al periodismo nacional, señalando que “escuchar el despliegue de oratorio de ciertos periodistas, como Daniel Matamala, Tomás Mosciatti, Fernando Paulsen o Matías del Río, por ponerle nombres a la trenza, es una experiencia muy similar a escuchar en AM a los predicadores de iglesias brasileras. Hablan con una certeza que da miedo. En algo recuerdan al cura Hasbún en sus momentos de fulgor mesiánico”.
“Estos próceres nos revelan verdades y, además, se dan el trabajo de interpretarlas con una pasión que linda en el ridículo. He estado tentado de grabar sus peroratas para ver cómo sonarán en cuatro años más”, agregó.
“Sin duda, la indignación está justificada por escándalos políticos y empresariales que nos hacen pensar que estamos rodeados de felones. El problema no es lo que acusan; lo indigesto es el rol de funcionarios del bien que se arrogan. Son inspectores sociales autodesignados que llaman a las autoridades a acometer sus tareas; y son fiscales y jueces de las causas que ellos eligen llevar adelante. No tienen ningún interés en conflicto, son cristalinos, diáfanos, sin muertos en sus closets. Son los nuevos acólitos de un periodismo de tono pontificante en el que brillan las inflexiones de voz y escasean las ideas y la compasión. Curiosa forma de entender el periodismo la de estos titanes. Yo, ingenuamente, creía que esta profesión era una labor donde los escrúpulos, la duda y las medias tintas estaban presentes, sobre todo después del trauma de la dictadura”, añade.
Esto fue respondido esta jornada mediante una carta al mismo medio por Matamala, uno de los periodistas aludidos por Rivas.
Al respecto, indicó que “Matías Rivas escribe una columna contra la moralina, que exuda moralina por sus cuatro costados. Desde su púlpito moral me acusa a mí y a otros periodistas de “estupidez”, “arrogancia”, “fulgor mesiánico”, “inquina” y “ridículo”, para luego criticar nuestro supuesto “tono pontificante” ante los últimos escándalos. ¿Quién está pontificando aquí?”.
“A este Catón chilensis le molesta un periodismo que no es temeroso ni complaciente ante el poder, sino que indaga y revela sus prácticas. No parece agradarle, por ejemplo, que mis investigaciones hayan descubierto la entrega de dinero por medio de boletas irregulares de un canciller en ejercicio a un candidato a senador. O que en un reciente reportaje haya descrito cómo los 18 mayores grupos económicos de Chile han financiado la política durante la última década”, señala.
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“Para Rivas todo ello es ‘resentimiento’, ‘rabia’ y ‘envidia pura’. Y en esos argumentos muestra los hilos de su indignación. Porque nunca le leí furia similar contra el periodismo que fulmina a lanzas de poca monta, falsos curanderos o vendedores de plumillas en los semáforos”, indica.
Por último, Matamala expresa que “defiendo al periodismo que pone la lupa sobre prácticas ilícitas de la elite política y económica. Creo que cumple una función relevante en una sociedad democrática, respetuosa de la igualdad ante la ley y alérgica a las injusticias y los privilegios. Aunque, desde su púlpito moral, a Rivas todo este trabajo le parezca cosa de envidiosos y resentidos”.