Jóvenes estresados: largos traslados en transporte afecta su rendimiento

El catastro vincula una conexión entre los tiempos muertos en el transporte público y sus potenciales efectos en la salud mental y el rendimiento académico.

El estudio desarrollado por la Universidad San Sebastian, fue realizado en torno al contexto del transporte público y déficit en temas de planificación integrada de coordinación vial y de servicios, en conjunto con el crecimiento territorial explosivo de los últimos años en la región Metropolitana, que concentra el 41% de la población del país.

PUBLICIDAD

El “Primer Catastro de Desplazamiento en Santiago para el día hábil”, recogió datos de 2.733 estudiantes de Santiago, tipificando sus formas de traslado a su lugar de estudio para iniciar las clases a las 8:00 de la mañana en frecuencia por 5 días a la semana. De todos los encuestados se detectó que un 41% utiliza la combinación Metro-Micro, quienes demoran 73 minutos en sus viajes para llegar a sus aulas.

Un 27% se traslada en Metro, con un promedio de 47 minutos de viaje; mientras que un 12% usa sólo Micro (56 minutos de viaje); un 5% acude a clases en auto (42 minutos), y únicamente un 3% se traslada cerca de 24 minutos en bicicleta, entre las combinaciones más utilizadas por los alumnos de la Universidad San Sebastián.

Con respecto a estas cifras, los especialistas indican que esta situación puede causar graves daños emocionales en las personas y particularmente en los jóvenes. La directora de Sicología de la Universidad Mayor, señaló que “Se pueden vincular con una mayor posibilidad de estrés o mayores niveles de ansiedad, con una disminución en el rendimiento y desempeño en el trabajo, una mayor probabilidad de ausentismo, una menor satisfacción con el trabajo, y eventualmente tener también un impacto en las relaciones interpersonales. En definitiva atentar contra el equilibrio necesario entre el trabajo y la calidad de vida”.

Los expertos afirman que es necesario que este tema sea considerado en los usuarios, ya que puede ser grave el impacto en la salud mental. De hecho un estudio realizado por el Mental Health Action Group, analizó la vinculación entre el transporte público y la salud emocional de las personas, concluyendo que la falta acceso al transporte público lleva al “aslamiento social” y al deterioro de la “condición metal”. Se indicó además que un buen acceso al transporte público, por otra parte, permite mejores perspectivas para la calidad de vida.

El sicólogo de la Red Salud UC CHRISTUS, Alfonso Cox, señala que uno lo podría extrapolar a cualquier trabajador que se desplaza en metro y en este caso sí hay un daño, debido a que las condiciones no son las mejores, “la gente va apretada, lo que implica que van a llegar tensos y enojados a sus lugares de destino. Por lo tanto, a la larga baja el rendimiento y las condiciones académicas”.

Las recomendaciones que entregan los expertos para aminorar los efectos de los largos desplazamientos y resguardar el impacto emocional y físico, son tomar desayuno con la familia en las mañanas, desarrollar actividades físicas que disminuyan el estrés de las largas horas de traslado y dar oportunidad a ciertos empleos que no requieren que la persona esté presente, para que trabajen desde su hogar.      

Cox explica que “está comprobado que las bicicletas son mucho más rápido en la hora punta y ayuda, sobretodo a los jóvenes porque tienen mejor condición física. Desde el punto de vista individual, en lo posible se deben cambiar los horarios de traslado, tener otras actividades sociales y aceptar que vivimos en una ciudad demasiado grande”.

El especialista aconseja que las personas deben tener una tolerancia mayor para coexistir con el otro, por ejemplo en el metro, hay aprender a convivir en condiciones que no son las mejores. “Se puede leer, escuchar música o revisar el celular para distraerse en espacios cerrados más estresantes”, agrega.

                                                                                                                                

Tags


Lo Último