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Eran las 19:45 del 3 de septiembre de 2012, cuando un conductor y un paramédico en una ambulancia de la Fuerza Aérea, cargaban combustible en la Academia de Guerra Aérea (AGA), observan junto a un suboficial de guardia 5 luces extrañas en el cielo que se aproximaban en dirección a ese recinto y que al mismo tiempo descendían. Sin embargo, al cabo de unos minutos, los objetos detuvieron su vuelo para luego comenzar extrañas maniobras, girando sobre su propio eje. Tras esto ascienden y desaparecieron.
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El evento, que recibió el nombre de “Caso AGA“, fue analizado por el Comité de Estudios de Fenómenos Aéreos Anómalos (Cefaa), que es el organismo chileno especializado en investigar los sucesos extraños que ocurren en nuestros cielos. Tras años de averiguaciones, se confirmo que el evento corresponde a un “fenómeno lumínico muy particular”, según indica Gustavo Rodriguez, ex controlador de tránsito aéreo e investigador del Cefaa, aunque realiza el alcance indicando que, en términos estrictos “no es un Ovni, como usted señala”.
“En la última reunión, del 26 de diciembre de 2013, el Comité, al examinar nuevamente todos los antecedentes, se reunió en pleno y se tomó la decisión de llegar a la conclusión difundida a la que se llegó. Se dijo que ya no había más elementos de juicio para poder determinar la procedencia de estas luces”, culmina Rodríguez a Publimetro.
Al respecto, el Mayor Rodrigo Bravo, también asesor de la Cefaa, aclara que el Caso AGA pasó años siendo investigado y que la conclusión es que la procedencia del fenómeno no puede ser identificar. Esto, sin embargo, no significa que el organismo declare que lo observado y registrado corresponde a algún evento de vida extraterrestre, porque para él, es un error asociar un Objeto Volador no Identificado (Ovni) con seres de otro planeta.
De hecho, descarta de plano que las luces se hayan aparecido ahí intencionalmente, por ser precisamente un recinto militar. “Que estas luyes se hayan aparecido en una academia de guerra es fortuito. No creo que sea que los ovnis hayan querido ir allá. Quizás la zona geográfica, la precordillera ofrecen la oportunidad de observar un fenómeno de este tipo en Chile, pero no es porque sea un recinto de militar, eso es fortuito”, añade el Mayor Bravo.
De hecho, dice a Publimetro que “no existe una prueba objetiva y clara que permita unir el fenómeno ovni con la hipótesis de vida extraterrestre. Lo único que tenemos son testimonios y claramente todo lo demás entra en un marco especulativo”.
“Ese invento de las zonas calientes, lo han creado algunos los ufólogos con fines comerciales creando y levantando expectativas sobre un determinado lugar, para aumentar (lo que él considera) el “ufoturismo”. Existe una imprecisión, hay todo un tema comercial asociado a los ovnis, lleno de teorías conspirativas que no tienen sustento”, finaliza Bravo. Para ver todos los detalles del Caso Aga, haz click aquí.