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A 5 años de libertad vigilada fue condenada la chilena Natalia Ciuffardi, luego de enfrentar un proceso de extradición por el delito de lavado de dinero cometido en Honduras, junto a su pareja, Mario Zelaya.
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La justicia hondureña solicitó la extradición de Ciuffardi en enero de 2015 y la Corte Suprema chilena dispuso que fuera juzgada en Chile, considerando su nacionalidad chilena. Esto se llevó a cabo a través de un juicio abreviado desarrollado este jueves en el 9° Juzgado de Garantía de Santiago, instancia que determinó además de la condena, el comiso de todos los bienes raíces y vehículos que Ciuffardi había adquirido en Chile y en Honduras con los dineros defraudados en ese país, los que serán rematados para luego transferir internacionalmente a ese país los dineros que se obtengan, por conducto diplomático, a través de la Unidad de Cooperación Internacional y Extradiciones de la Fiscalía Nacional (UCIEX).
Los bienes adquiridos por Ciuffardi en Chile y en Honduras están avaluados en más de 1 millón de dólares.
El fiscal nacional, Sabas Chahuán, asumió la representación legal del Estado hondureño en este caso, ordenando que el director de UCIEX, Eduardo Picand, y el subdirector de dicha unidad, Rodrigo Ríos, comparecieran a todas las audiencias que se desarrollaron tanto en el juicio de extradición tramitado en la Corte Suprema, como en el 9° Juzgado de Garantía de Santiago.
El ejercicio de la acción penal pública en el caso estuvo a cargo del fiscal regional de la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, Andrés Montes.
El origen del caso es un fraude al fisco, en el que Mario Zelaya, entonces director del Instituto Hondureño de Seguridad Social –símil de Fonasa en Chile- y principal imputado, a través de contratos simulados, defraudó al Estado hondureño en más de 100 millones de dólares. Ésta es una de las causas de mayor connotación social en ese país, con un total de víctimas por supera los 2 millones de personas, que se vieron injustificadamente privadas de remedios, seguro social, pensiones, entre otras prestaciones que son entregadas a la población más vulnerable de Honduras.
Zelaya conoció a la escort puentealtina en un club nocturno en 2011, la invitó a viajar, la convirtió en su amante y la involucró en el millonario fraude.