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Ayer Chile ganó, clasificó a semifinales de Copa América en un partido sufrido y lleno de polémicas frente a Uruguay, por lo que la algarabía de los chilenos inundó varias ciudades de nuestro país. Los festejos se sucedieron hasta altas horas de la noche, sobre todo en Plaza Italia, punto neurálgico de las celebraciones en Santiago.
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Sin embargo, no todo fue alegría y buena onda, ya que varias decenas de personas comenzaron con los típicos destrozos de siempre. Así, desde la empresa Alsacia Express reportaron que sólo anoche 226 buses de Transantiago resultaron con diversos daños producto del actuar de estos antisociales.
Y lamentablemente estas cifras no quedan ahí, ya que desde el inicio de la Copa América se han registrado 336 buses con daños de consideración, principalmente con vidrios quebrados, puertas forzadas, robo de extinguidores y, lo peor, asaltos a conductores.
Resulta curioso que para el partido contra Bolivia, en el que Chile venció por cinco a cer a los altiplánicos, no se registraron buses con daños.
“Celebrar destruyendo buses es algo que no podemos aceptar como sociedad. Esto porque ponemos en riesgo a los conductores y pasajeros”, señala la gerente de asuntos públicos de Alsacia Express, Claudia Brandes, quien agrega que “hay que tener en consideración que 266 buses transportan aproximadamente 150 mil pasajeros”.
La eficiencia del servicio de transporte público se ha puesto en tela de juicio desde su implementación en febrero de 2007, sin embargo, este tipo de hechos afectan directamente a los usuarios, señalan desde la empresa, ya que dependiendo del nivel de daños de un bus, la empresa se demora algo más de un día en recuperarlo.
