¿Cuánto cuesta y cómo se obtiene la anulación canónica en el país?

La Santa Sede ya lo anunció. La forma de anular canónicamente los matrimonios se reestructura y la nueva reforma haría el proceso más ágil, corto y gratuito. Así lo indicó a través de una carta, el Papa Francisco, que señaló que si bien el procedimiento se modificó, estas nuevas indicaciones no cambian los motivos que justifican las anulaciones. Ese tema, sin embargo, será abordado el próximo octubre por el sínodo de los obispos.

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La experta en derecho canónico, Ana María Cleis Brunet, declaró a Publimetro que las modificaciones son: una sola sentencia que declare la nulidad (eliminando así la doble sentencia conforme); la regla general pasa a ser que la causa sea conocida por un juez único (y no colegiado); se agrega un proceso brevísimo del que debe participar el Obispo; la apelación podría hacerse a la sede metropolitana; llama a las Conferencias episcopales a que intenten la gratuidad del proceso y se mantiene la posible apelación a la Rota Romana.

Las nuevas normas que sustituyen otras del Código, tendrán efecto a partir del 8 de diciembre de este año. El padre David Albornoz, miembro del Tribunal Nacional Eclesiástico de Apelación, indicó a Publimetro que en Chile existen 9 tribunales eclesiásticos, que cada año estudian unas 250 causas aproximadamente. Por lo tanto,  se espera que a partir  de diciembre, aumente el número de causas presentadas. “En  vez de que dure 4 años el proceso, va a durar un año”, dice.

Por su parte, el abogado Alejandro Álvarez, de la Fundación Voces Católicas, explica que hay distinguir que la nulidad canónica no es equiparable al divorcio, porque éste establece que desde que se dicta la sentencia civil, hacia adelante no hay matrimonio, pero para atrás si hubo, en el caso de la nulidad canónica, en su origen el matrimonio nunca existió.
 
En la práctica, esta reforma presenta dos puntos relevantes según el abogado Álvarez, “el papa refuerza el rol que tiene el obispo frente a un proceso de nulidad, con esta reforma el papa autoriza al obispo para que conozca la solicitud y pueda fallarla. Por otra parte, se demuestra preocupación por los más pobres, de tal forma de que nadie se vea privado acceder a este procedimiento por falta de recursos”, agrega.

En la actualidad, las personas que quieren anularse pagan de acuerdo a sus condiciones socioeconómicas, cada tribunal tiene un obispo responsable que fija con un decreto un monto de costas para pagar la nulidad. “Hay un gran diversidad de pagos. En este momento en Chile se están cobrando diferentes sumas. Hay diócesis que cobran 120 mil pesos, otras 200 mil pesos. Acá en Santiago es 1 millón 200 mil pesos. Habrá que ver como funcionarán ahora los tribunales, pero lo que existe es que las personas pagan de acuerdo a sus ingresos. Se realiza un informe de asistencia social y se fija un monto para pagar. Los que ganan mucho pagan mucho”, comenta el padre Albonoz.

La doctrina de la iglesia afirma que todo matrimonio es indisoluble. “Sin embargo hay matrimonios que se han juntado por dinero, por estatus u obligación, entonces nosotros declaramos que nunca fueron válidos”, afirma Albornoz. “Declarar un matrimonio nulo es un acto de justicia”, finaliza.

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