Nacional

Selección de fútbol robótico prepara una nueva participación en la Robo Cup 2016

Certamen se disputará en Alemania. El equipo nacional de la Universidad de Chile busca mejorar su marca en la edición pasada, donde obtuvieron el cuarto lugar.


 

Desde 1997 se realiza en distintas ciudades sede la Robo Cup, que es la copa del mundo de fútbol robótico, donde compiten euqipos de distintos países que programan a sus robots para disuptar un partido de fútbol. Chile ingresó al concierto nacional en 2003 y desde entonces ha mejorado sus participaciones, llegando a lograr en la edición 2015 realizada en China, el cuarto lugar. 

El equipo pertenece a la Facultad de  Ciencias Físicas y Matemáticas (Fcfm) de la Universidad de Chile, y durante estos días se prepara para viajar a la Robo Cup 2016 en Leipzig, Alemania. Está integrado por seis robots NAO y seis estudiantes de la Fcfm representarán a nuestro país en la vigésima versión de la Robo Cup, el campeonato internacional anual de futbol robótico. 

Para la versión 2016 se esperan cerca de 40.000 asistentes que verán jugar a cerca de 500 equipos de más de 40 países, que hacen un total de aproximadamente 3.500 competidores. 

Pablo Cano, Pablo Saavedra, Kenzo Lobos, Gabriel Azócar, Nicolás Cruz y el capitán del equipo, José Miguel Yáñez, del departamento de Ingeniería Eléctrica (DIE) de la Universidad de Chile, viajarán junto a sus siete robots modelo NAO, para competir en la categoría “plataforma estándar”, en donde todos los equipos participan con exactamente los mismos robots, pues el fuerte de esta categoría está en el software y la programación.

El campeonato se disputa en partidos que enfrentan a dos equipos de 5 jugadores cada uno, en una cancha de 6 por 9 metros. Chile ha tenido destacadas presentaciones en las últimas ediciones: del 12º lugar en Holanda 2013, pasaron a lograr un 4º lugar en Brasil 2014, y el año pasdo en China repitieron el 4º lugar, por lo que la meta es mejorar esa marca. El salto se logró gracias a «un mayor entusiasmo y mucho más orden y planificación en lo que estábamos haciendo, además de un incremento de las personas que integran el equipo, lo que nos permititó mejorar en varios aspectos con lo que las nuevas mentes aportaron», señala José Miguel Yáñez señala a Publimetro. El capitán y DT del equipo agrega que «nuestra exigencia mínima es mantener el 4º lugar logrado en China, aunque tenemos la convicción de que podemos pelear el primer, segundo o tercer lugar».

Los equipos alemanes y los australianos, son los grandes rivales ha vencer, señala Yáñez, «por sobre los asiáticos que en este tipo de certámenes también compiten, pero destacan más en las categorías de fabricación de robots que en la de programación». 

El capitán del equipo señala que los avances que Chile presenta en materia de programación de softwares, como se realiza en la Robo Cup, van más allá de hacer funcionar a algunos robots tras una pelota. «Estos algortimos de programación pueden ser utilizados en otras áreas del conocimiento, como en la robótica industrial para poder automatizar procesos productivos más complejos, así como también muchas de estas tecnologías están siendo utilzadas en la minería avanzada», argumenta.

Concluye que «lo del fútbol robótico es sólo una excusa para poder desarrollarnos en nuestra área, porque estos mismos robots, cambiando algunos algoritmos, pueden ser utilizados para otras cosas, por lo que desarrollamos esto para poder avanzar en otras áreas del conocimiento».

Natalia Mackenzie, directora del Programa Explora de Conicyt, señaló que el apoyo al equipo de robótica de la Universidad de Chile ha sido transversal. “Este es sin duda uno de los grupos de investigación más destacados en el área trabajando en Chile, con una larga trayectoria participando en torneos internacionales de fútbol robótico. Lo más importante es que no se trata solo de aprender a programar robots, sino que los alumnos para poder hacerlo deben integrar diversas disciplinas: matemáticas, física, comunicación en redes, inteligencia artificial y procesamiento de imágenes», comenta Mackenzie.

Y concluye que como institución esta es una de sus principales metas: «que la ciudadanía pueda entender la ciencia como un todo y reconocer el impacto que puede tener para mejorar la vida cotidiana de las personas”.

  

Tags

Lo Último


Te recomendamos