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Ancianos “encapuchados” marcharon en el centro de Santiago en contra del sistema de AFP

Bajo el lema de “Catástrofe social impuesta en dictadura y mantenida en democracia”, los manifestantes, acompañados de unas 400 personas, protestaron contra el sistema de pensiones.

Decenas de ancianos marcharon hoy «encapuchados» por las calles de la capital chilena para reclamar por las bajas pensiones que reciben al jubilar.

Bajo el lema de «Catástrofe social impuesta en dictadura y mantenida en democracia», los manifestantes, acompañados de unas 400 personas, protestaron contra el sistema de pensiones creado en 1980, durante la dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet.

El sistema de Administradora de Fondos de Pensiones (AFP), que nació bajo el alero de las grandes reformas económicas y sociales que realizó el régimen militar, buscaba mejorar las pensiones del Instituto de Normalización Previsional (INP), actual Instituto de Previsión Social (IPS), que aún se mantiene vigente.

«Esto se realizó mediante mentiras, amenazas, presiones, engaños y mentiras, transformando el derecho humano de la seguridad social en un negocio al entregar la salud, la educación y los ahorros forzoso de los trabajadores (…)», señalaron los representantes de la Comisión de Funcionarios IPS por la Previsión Pública.

Esta organización que convocó la manifestación, y que se realizó sin incidentes, reclamó que en Chile se «debería cambiar» un sistema que nació durante una dictadura que terminó hace 27 años.

«En Chile los ancianos viven en condiciones miserables, con hijos haciéndose cargo de sus padres con pensiones AFP de hambre, producto de un sistema perverso que enriquece a las administradoras y empobrece a los cotizantes que se ven obligados a postergar su jubilación», expresaron.

Los manifestantes marcharon por el paseo Ahumada y siguieron por el paseo Huérfanos hasta llegar a la Plaza de la Ciudadanía, frente al Palacio de la Moneda.

En promedio, un trabajador de Chile que gana 600.000 pesos, y que trabajó aproximadamente desde los 22 años y hasta los 65, en el caso de los hombres, recibe una jubilación mensual de 204.000 pesos.

El salario mínimo actual de 250.000 pesos, generaría que en una pensión se transformará en 85.000 pesos, que en opinión de los manifestantes «alcanzaría apenas para comprar remedios, algunos litros de parafina (kerosene) y pagar la cuenta de la luz, el agua».

Según la Fundación Sol, 94 de cada 100 mujeres jubiladas, a través del retiro programado de las AFP, recibe una pensión que no supera los 156.000 pesos.

El mismo salario, bajo la misma modalidad, recibe 87 de cada 100 hombres en Chile.

Durante la última cuenta pública realizada el 21 de mayo pasado, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, aseguró que agilizó el proyecto para la creación de un fondo de pensiones estatal.

«Traerá más competencia, menores costos de administración y mejor cobertura», comentó en esa ocasión la mandataria. 

PUB/SVM

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