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Recuperación de huemules: la lucha silenciosa de Huilo Huilo

El programa Centro de Conservación de Huemul del Sur, de la Fundación Huilo Huilo, empezó a dar sus primeros resultados en la senda de preservar el animal patrio.

var VideoTV=»yb23JQuV6tK/country/»+nombre_pais(return_pais())+»/section/noticias/device/Desktop/type/embed/autostart/true/volume/0″; Así ven a los huemules los niños que ayudan a salvarlos en Huilo Huilo

Llegar a Huilo Huilo es entrar a un paraíso natural. Es imposible no sentir una fuerte conexión casi mágica, en la que lo imponente de los verdes, la altura de los árboles te indica en todo momento quién es el dominante e impone las reglas del juego. 

Ubicado en medio de los Andes Patagónicos del Sur de Chile, en la Región de los Ríos, constituye un área bajo protección privada, propiedad de la familia Peterman, los lugareños se refieren a su dueño coloquialmente bajo su nombre de pila: “Don Víctor”.

Son 100 mil hectáreas que se pueden recorrer en 8 horas a caballo, nos comenta el jinete más aventajado de este bosque Húmedo Templado que presenta una sorprendente diversidad biológica y una fauna única en el mundo, algunas de ellas en categoría de amenaza e incluso en peligro de extinción.

La protección y recuperación del huemul: un largo camino recorrido

La Fundación Huilo Huilo con el fin de conservar y restaurar este ecosistema inicia el año 2005 el proyecto Centro de Conservación de Huemul del Sur, con el objetivo de reintroducir esta especie en la Reserva Huilo Huilo, donde tuvo fuerte presencia hasta finales de los años 80. Se estima que las poblaciones de huemules alcanzan los 1.500 ejemplares en Chile, donde está protegido y declarado Monumento Nacional. 

La generosidad de Elanio Reyes

Fernando Vidal es el encargado de llevar adelante el proyecto que dio inicio en 2005 con dos huemules traídos de la Región de Aysén, gracias a la generosidad de Elanio Reyes, un poblador de escasos recursos de esta región que tenía un predio privado con huemules y decidió donarlos sin esperar a cambio ninguna retribución. “¿Pa que los quieren?; le explicamos, y dijo, no, se los regalo, llevénselo” , explica Vidal. 

Esta pareja, Pewum y Tukun, dio origen al Centro de Conservación del Huemul del Sur, iniciativa que Fundación Huilo Huilo desarrolla con el apoyo de diversos organismos nacionales del Estado como Conaf, SAG, Ejército de Chile, entre otros.

Hasta el momento los huemules están dentro de la Reserva en un ambiente controlado, compuesto por 2 cercos, de 64 y 34 hectáreas, respectivamente, y no reciben alimento externo a su ambiente. Este los protege de sus predadores naturales de la manera más natural posible y con mínima intervención humana.

Lo más difícil de mantener a los huemules en cautiverio es la parte sanitaria, son muy susceptibles de ejercer enfermedades de animales domésticos, el tema nutricional es complejo, junto con el manejo de los niveles de estrés en una trilogía que es como el pez que se muerde la cola, por lo que no se permiten visitas, explica Vidal, “los huemules no quieren ser visitados”, incide. 

Llegó la hora: la reintroducción a la vida silvestre

En este contexto asistimos a la segunda fase de un proyecto que ha durado 11 años, y que constituye un hito histórico para Chile y para el mundo: “Es el único proyecto que ha logrado que en un ambiente controlado los huemules lleguen a reproducirse, un hito importantísimo para la fauna nativa chilena y es volver a reintroducir a este huemul en su estado natural, a la vida silvestre, un ecosistema en el cual vivió pero que por razones antrópicas se extinguió a finales de los 80”, nos explica un emocionado ante lo significativo del hecho, Rodolfo Cortés, director ejecutivo de la Fundación Huilo Huilo. 

De los 17 huemules con los que cuenta la reserva, se plantean reintroducir cinco ejemplares machos en total, arriesgando a los que genéticamente tienen mejores posibilidades de vida, mediante una metodología denominada “Soft-Releaze”, liberación al medio silvestre con bajo nivel de estrés, que supone que los animales no son forzados a salir, sino que se espera a que voluntariamente tomen la iniciativa de cruzar el cerco. 

Los huemules están monitoreados con un sistema de radiotelemetría, cada uno tiene un collar transmisor adosado al cuello, que no es pesado, 285 gramos, que les permite a los guardaparques saber dónde están entre muchas otras cosas. Además están protegidos por una zona de exclusión plástica, dinámica que lo cautela el grupo de guardaparques y de esa forma en teoría, en forma planificada, ningún turista puede tener contacto con los animales y acercarse a menos de 1 km y medio. 

Abrir la puerta de una pieza y entrar a otra dentro de su casa

Este sábado 26 de noviembre se comenzó con el proceso de reintroducción de dos de los cinco huemules, para ver la respuesta cuando salieran del cierre: “es impresionante ver que los animales salen, fue como abrir la puerta de una pieza y entrar a otra dentro de su casa, y en vez de arrancar despavoridos, lo que hicieron fue ponerse a comer, y el relajo que manifestaron fue tremendo”, afirma un Fernando Vidal conmovido por unos huemules a los que ha visto nacer y crecer en estos últimos 11 años.

“Hemos llegado de 2 a 17 animales, y lo que comenzó este sábado fue la primera reintroducción, es decir, Huillo Huilo materializa su compromiso de que esos animales no son de cautiverio, no están sometidos a las presiones del turismo, están libres y bajo el cuidado del cuerpo de guardaparques”, afirma.

Una comitiva de periodistas pudimos asistir al centro de reproducción del huemul, grupo liderado por Eduardo Arias, jefe del cuerpo de Guardaparques junto con Fernando Vidal, que se refirió a la zona de exclusión como una suerte de Jurassic Park y desde donde tuvimos la oportunidad de conocer a esta criatura que no pareció tan tímida, pues curioso, se acercó ante nosotros a tan sólo 10 metros de distancia, y permaneció impasible ante nuestra presencia.

Los otros tres huemules se van a ir liberando progresivamente, y si las liberaciones de hoy fueron blandas, las que vienen van a ser 10 veces más blandas, sin fecha ni hora, sostine Vidal. 

El proyecto no termina aquí, explica Cortés, todos los años esperamos volver a reintroducir huemules, de manera que en varios años más podamos ver familias de huemules viviendo de manera silvestre. 

“Hoy día estamos en el punto que estamos ahora, que es un gran éxito, un gran avance, pero también es entrar en una nueva dimensión, nadie sabe lo que va a pasar cuando estos animales salgan del lugar en el que viven”, finaliza Vidal. 

 

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