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Los “after school”: la respuesta no regulada para dejar a los hijos después del colegio

Las vacaciones de la mayoría de las personas que trabajan como dependientes son de entre 15 a 20 días anuales. Los niños tienen poco más de dos meses de vacaciones en verano y casi un mes en invierno. ¿Quién los cuida en este periodo?

En Chile, desde los inicios de su historia y hasta hace muy poco ha primado una visión machista respecto a la mujer y el cuidado de los niños. Sin embargo, el modelo está cambiando y la mujer está cada vez más inserta en el mundo laboral. Según los últimos datos entregados por Casen un 48% de las mujeres cuentan con un trabajo remunerado. No hay cifras sobre si el cuidado de los hijos por parte del papá ha ido en aumento. Pero si ambos progenitores se encuentran trabajando, el cuidado del niño es un tema delicado.

Actualmente en nuestro país existen pocas leyes que brinden apoyo a las mujeres que trabajan y que a la vez son madres. En el caso de aquellas que trabajan, existe la ley del pre y post natal, resguardando la última etapa del embarazo y los primeros meses de vida, tan importantes para el menor. Luego, las madres trabajan deben dejar a sus hijos al cuidado de terceros. Si bien, la postulación a los jardines gratuitos Junji es abierta para todos los niños, generalmente se producen grandes listas de espera a falta de los cupos necesarios para cubrir en su totalidad la demanda de la población. Además cubre sólo hasta los 4 años y los colegios tienen horarios poco compatibles con una jornada laboral normal.

Los horarios de los niños vs el horario de los padres

Las otras opciones son jardines particulares, que tienen altos costos y que muchas veces son impagables para algunas personas. Además, no todos los jardines infantiles cuentan con jornada completa, terminando sus actividades a las 14:00 o 16:00 horas y no contando con cobertura durante las vacaciones de verano e invierno. De hecho, no todos los jardines gratuitos de la Junji tienen extensión horaria o actividades durante el verano tampoco. Muchos terminan sus clases durante la tercera semana de enero y no retoman hasta la segunda semana de marzo.

Si la mamá trabaja de marzo a diciembre hasta las 19:30 horas y solo cuenta con vacaciones de 15 o 20 días al año. Si es madre sin apoyo del padre o el papá de sus hijos también trabaja hasta tarde: ¿Quién cuida a los niños? Actualmente en Chile no existen políticas públicas que aborden esta problemática. En países como Estados Unidos, hay estados que tienen organizaciones especializadas y dedicas completamente a lo que se denomina cuidado «After School», es decir, después de clases. De hecho, el concepto «After School» nació en Nueva York. 

Los horarios de los colegios no son compatibles con una jornada laboral común.

¿Qué es un «After School»?

Los «after school» en nuestro país son la respuesta a un problema social. Muchas veces los padres, por estar trabajando, no pueden cuidar a sus hijos y el cuidado pasa a algún familiar como tíos y abuelos o a conocidos como amigos o vecinos. Sin embargo, si el círculo familiar y de conocidos también tiene carga laboral, encontrar a alguien que cuide a los niños se torna complejo. Incluso, en algunos casos, no queda otra opción que renunciar al trabajo y buscar algo que se acomode a los horarios de los niños, limitando el crecimiento como profesional. 

A pesar de que este fenómeno es un problema social bastante visible, no se ha adoptado ninguna medida desde el Gobierno central y hoy los «After School» funcionan en un terreno bastante gris. En nuestro país los «After School» son servicios de guardería y cuidado de menores desde los 3 años aproximadamente y hasta la pre adolescencia. Algunos de estos servicios son otorgados gratuitamente por municipalidades y en otros casos se ha transformado en un modelo de negocio privado.

¿Quién los regula?

Desde Publimetro nos comunicamos con el Ministerio de Educación para ver si ellos regulaban su funcionamiento, pero contestaron que «Los “After School”, tal como lo indica su nombre, son servicios de apoyo al cuidado de niños y niñas, en horarios posteriores al de un establecimiento de educación regular. En este sentido, su función no está orientada a entregar un servicio educativo formal, por lo que no es materia del Ministerio de Educación su regulación; a diferencia de los establecimientos de educación formal que cuentan con una serie de exigencias por parte de Mineduc para certificarlos con reconocimiento oficial, garantizando así condiciones mínimas de idoneidad docente, material didáctico e infraestructura, para asegurar una educación de calidad».

Ni la Junji ni el Ministerio de Eduación regula a los «After School». La patente de «After School» como tal, tampoco existe en las Municipalidades.

Si bien estos establecimientos no entregan educación formal, si tienen un rol educativo, ya que realizan las tareas con los niños y en muchos casos realizan talleres de idiomas, música, interacción con la naturaleza, deportes y otros. La Junta Nacional de Jardines Infantiles tampoco los regula, ya que el rango de edad de niños con los que trabajan no corresponden sólo a la etapa de jardín infantil.

Consultamos a Ricardo Cariola, jefe subrogante de la Unidad de Patentes de la Municipalidad de Las Condes, quien señalo que no existe una patente de «After School» propiamente tal, pero que su funcionamiento como guardería dependía de un permiso de la Dirección de Obras. El funcionario agregó «que en la comuna de Las Condes no ha habido ninguna solicitud de una patente para «After School»». Desde Publimetro pudimos comprobar que hay varios de estos establecimientos funcionando en la comuna señalada. 

Como realmente funciona

En la búsqueda de una respuesta, Publimetro se comunicó con Regina Aste, subdirectora de recursos humanos de la Municipalidad de Vitacura, quien está a cargo del programa «Entretetardes» que funciona como una suerte de «after school» municipal y gratuito. Este programa recibe niños desde los 4 años (aunque han recibido menores de 3 años) y hasta los 11-12 años aproximadamente. Funciona durante todo el año desde las 14:30 a las 17:30 horas, desde marzo a diciembre y desde la mañana en época de vacaciones. Regina Aste, explicó a nuestro medio que las actividades van «desde la realización de sus tareas escolares y juegos, hasta visitas y paseos grupales».

La idea es mantener a los menores entretenidos, bien cuidados y que lleguen a la casa con las tareas hechas. «Queremos ser un aporte a los padres que trabajan y que no tienen los recursos para pagar un servicio particular para el cuidado de sus hijos», señaló Aste. El flujo de menores que participa en este programa depende del día y de la época del año. Hay días donde hay 20 niños y otros donde hay más de 40. El programa lo realizan en dependencias de la Municipalidad y es guiado por una profesora de arte y una parvularia. «Todos quienes trabajamos en el lugar estamos también atentos de los niños y en caso de una caída o algún accidente, contamos con un paramédico en el lugar», agregó Aste, destacando que se preocupan bastante de la seguridad de los niños.

Solución privada

Sin embargo, no todas las municipalidades cuentan con este tipo de programas. Además en muchos casos los padres y madres buscan lugares de cuidado para sus hijos que queden cerca de sus trabajos, y no de sus casas, para poder acudir rápidamente en caso de emergencia. Publimetro conversó con Macarena De Giorgis, dueña del «After School Diverticreo» ubicado en la comuna de Las Condes, la misma donde nos habrían señalado que «no existen patentes de After School». Sin embargo, Macarena «preocupada por brindar un servicio de calidad y a través del cuál los padres se sientan tranquilos» si posee una patente para funcionar: la de jardín infantil. La empresaria nos señaló que consultó sobre cómo poder instalar este negocio en la comuna y que desde la Municipalidad le señalaron que no existía patente de «After School» como tal. Por esta razón, Macarena preparó su establecimiento para obtener una patente que le permitiera «contar con la seguridad necesaria para cuidar de los niños».

Al realizar un simple ejercicio de búsqueda a través de Internet, existen varios establecimientos que dan el servicio de «after school» en comunas como Las Condes, Providencia, Ñuñoa y Vitacura. Algunos de ellos señalan precisamente ser jardines infantiles, pero a la vez brindar el servicio de «after school». Sin embargo, cuidan niños con edades superiores a las que considera un jardín infantil. No existe una patente oficial para «After School», por lo que los dueños de estos establecimiento no tienen otra opción que sacar la patente de jardín infantil, ante el vacío existente.

Una oferta multifacética

En el caso de «Diverticreo«, el «After School» de Macarena De Giorgis, ofrece un servicio bastante multifacético que se acomoda a las necesidades de una pareja de padres que trabajan. El servicio puede contratarse de mensualmente de marzo a diciembre o en los periodos de vacaciones. También existe la opción de contratar por hora, por día o por semana. La dueña del establecimiento señaló a Publimetro que busca «brindar un servicio de calidad, donde los niños se entretengan, pero a la vez sean responsables con sus tareas».

«Diverticreo» tiene disponible distintos servicios que pueden ser para todo el año o sólo durante las vacaciones. También tienen disponibles modalidades por media jornada, jornada completa, por hora, por día o por semana.

Macarena enfatizó en el hecho de que ella buscó la manera de asegurar que su establecimiento era idóneo para trabajar con menores pero duda «que todos los establecimientos hagan el ejercicio de insistir con la aprobación de la patente jardines infantiles. Sé que hay vecinos que de repente comienzan cuidando un par de niños y luego se instalan a cuidar más sin contar con las medidas de seguridad necesarias. Simplemente arriendan una casa y listo».

Los precios de «Diverticreo» van desde los 145.000 por media jornada mensual por niño hasta los 220.000 pesos por la jornada completa de 08:00 a 19:30. También hay tarifas menores para el servicio por hora, día o semana. Ante la falta de programas de «after school» a nivel nacional y ante la falta de regulación de estos servicios, se recomienda optar por aquellos establecimientos que al menos cuenten con la patente de jardín infantil, la cual, para su obtención, debe cumplir con una serie de normas que buscan asegurar y proteger a los que asistan al lugar.

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