«No tengo tiempo para quedarme sentada, yo tengo que hacerme cargo de mi vida y de mis chicos porque soy su mamá y por algo estoy viva, por algo Dios quiso que siguiera acá».
Con esa energía Nabila Rifo dio una entrevista a La Cuarta, en donde dio a conocer lo que espera en adelante en su vida tras el veredicto del caso que determinó que Mauricio Ortega es culpable de femicidio frustrado.
En ese sentido, la joven presentó a su nueva pareja, destacando el apoyo del hombre tras la traumática experiencia que vivió. «Con mis chicos ahora nunca voy a estar sola porque ellos son todo lo que me importa, pero ahora también está con nosotros César, Barragán ese es su apellido. A él lo conozco desde que tenía 16 años y le agradezco tanto que se haya hecho cargo de mis hijos apenas se enteró de lo que me pasó, el año pasado. Fue el primero que corrió y se preocupó de que mis hijos tuvieran que comer, mientras yo estaba hospitalizada», relató.
Además, admitió que «de a poquito» va volviendo a la normalidad. «Este año todo ha sido juicio y cosas tristes, malas. Hay días buenos y hay otros en que me da pena, rabia, me siento impotente y me pongo a llorar. Pero dura poco porque a mí me gusta mantener soplada mi casa y para eso tengo que hacer las cosas aunque me choque a cada rato con todo. Hartas veces me pregunto por qué, por qué Mauricio me hizo esto (…) no se le hace ni a un perro. Yo no entiendo», expresó.
Barragán por su parte reconoció que «la verdad es que yo la amé y la esperé durante 15 años y por eso estaba atento cuando ella me necesitaba. No me prometió nada, pero yo igual ahí estaba. Yo soy como mula de porfiado y un poco bruto, pero la he respetado siempre».
«Yo la amo, ella tiene derecho a rehacer su vida y que alguien la quiera y la trate bien. No hicimos algo malo. Yo voy a hacer todo por estar cerca de ella y sus hijos, porque los quiero a todos. Otros se han llenado la boca por ahí con puras mentiras y al final nada. Ellos me necesitan ahora, hay que cocinarles, lavarles la ropa y hacer la plata», agregó.
Consultados sobre cómo van a mantener la familia, Rifo señaló que «yo le enseñé a César cómo se ofrecen los muebles que yo vendo por internet y le digo cuáles son los colores y los tipos que tiene que comprar. En mi negocio él son mis ojos y confío en él».
«Yo hago de todo para pagar las cosas y las cuentas que están llegando. Todos los días no sabemos cómo vamos a terminar, pero terminamos. Ya no me voy para el campo porque la Nabi puede hacer de todo, pero aún no puede cocinar, eso lo hago yo. Ella se desespera, pero yo le digo que por ahora hay que ir despacito, me da miedo que se queme o algo así», culminó por su parte Barragán.
