La empresa confiaba tanto en su producto que prometía entregar un teléfono nuevo en caso de que se rompiera.
Todo iba bien para la empresa Sonim en la feria tecnológica CES 2010 de Las Vegas, que concluyó el pasado domingo, hasta que el reportero del programa “Click” de la BBC, Dan Simmons, entrevistó a su presidente.
Simmons probaría la resistencia de un teléfono que Sonim publicitaba como “indestructible”, resistente a los golpes y a prueba de agua. Primero pasó la prueba del agua, pero luego vinieron los golpes. Uno, dos, tres y al cuarto el periodista logró lo imposible: romper el teléfono irrompible, ante la cara de asombro del ejecutivo y la vergüenza de Simmons.