Hay 130 millones de usuarios de Twitter en el planeta. De acuerdo a estimaciones de los organizadores, prácticamente 600 mil de ellos están en Chile. Y la noche del miércoles, en un evento en que sobraron las BlackBerry y los iPhone, se juntaron los 140 más “influyentes” de la fauna tuitera chilensis.
La idea del encuentro era conocerse cara a cara y extender los 140 caracteres que soporta un mensaje en Twitter y hacer viva una interacción que en todo el mundo sobrepasa los 50 millones de mensajes diarios. En el evento hubo de todo, desde rostros de TV (@soledadonetto, @vivikreutberge, @monicarincon), pasando por cineastas (@JorgeOlguinFilm), los hijos del presidente @sebastianpiñera (@manena y @pinera77), políticos (@nelsonavila, @felipeharboe, @fmorande), resucitados de la TV como (@exhuevo) y estudiosos de la lengua como @velismeza.
Vinieron los discursos, como el de Oliver Flögel, CEO de Movistar (compañía organizadora de la junta tuitera en conjunto con Sony Ericsson y Betazeta), quien señaló que en realidad “Twitter es una excusa para todo esto”. Por supuesto, la mayoría hizo eco de esto y tuitearon hasta que se le cansaron los dedos, o hasta que alguien les golpeó el hombro y les dijo con énfasis: “Hola, qué gusto conocerte en persona, yo te sigo”. Fue la tónica de la noche, en un piso 31 del Edificio Telefónica donde la música chillout, los canapés y la champaña engalanaron un evento que definitivamente se vivió mejor en persona que en 140 caracteres.
En 140 caracteres
Esto fue lo que dijeron algunos de los asistentes:
@enavonbaer: Este evento es una puerta a la democracia.
@copano: Esto es como estar viviendo Internet en vivo. Es divertido.
@jumastorga: Ojalá los discursos hubieran sido en 140 caracteres. Faltan influyentes y sobran personajillos.
“Tú eres tú” (Lee el post completo aquí)
Para la reconocida tuitera y editora web de Publimetro @mariapastora, durante el encuentro “la timidez era una mala consejera y el que no se atrevió a hablarle a su ídolo, perdió. Yo, haciendo gala de mis ganas de conocer a quienes sigo en Twitter, además de mi nula vergüenza en estos casos, pude conocer a muchos de quienes admiro en mi timeline.
Muchos me conocían de nombre, otros siquiera se acordaban si me habían agregado alguna vez. Qué importa. Éste es el momento en el que la virtualidad se vence y se llega a hablar fluidamente, acá no hay restricción de caracteres, sólo del tiempo que nos demos para ver cómo gesticulamos, cuál es nuestra voz, si te ves más viejo o más joven que en tu avatar, para crear lazos de amistad o trabajo.
Todas las miradas, las cámaras, la atención estaba en los famosos, obvio. “Los ciudadanos de a pie” pasábamos sin pena ni gloria, excepto @twiterillo, @pipeinformatico y @el_pulento, al que no vimos pero comprendemos que sí estaba, porque es omnipresente…
Los que no fueron invitados y estaban planeando una fiesta paralela, háganlo. Se los recomiendo.
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