“La filtración de imágenes y videos del nuevo iPhone definitivamente no afectó el impacto que tenemos con los usuarios. La gente esperaba esto, pero también muchas otras cosas. La recepción que tuvimos de la prensa y la gente fue espectacular”. Armando Ortega, vocero de Apple para Latinoamérica
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Uno de los mayores activos que la compañía tecnológica Apple presentaba hasta hace unos meses era su capacidad para manejar a la perfección el hilo dramático y el misterio de los momentos previos a los lanzamientos de nuevos productos o actualizaciones de los ya existentes.
Pero dicho capital fue puesto en entredicho cuando en abril pasado el sitio Gizmodo.com filtró una serie de imágenes bastante verídicas sobre el nuevo iPhone, al que en ese entonces se le bautizó como “iPhone 4G” o “iPhone HD”, luego de que se conociera el mayor tamaño de su pantalla, señal inequívoca de sus potencialidades en el ámbito multimedia.
Este lunes 7 de junio, en el día inaugural de la Worldwide Developers Conference (Wwdc), el mismísimo consejero delegado de Apple, Steve Jobs, fue el encargado de contarle al mundo las capacidades del nuevo “iPhone 4” (así, a secas, sin la G ni el HD por delante), en una keynote o presentación marcada por el “ya lo sabía”.
Una a una, Jobs fue presentando las características más destacables de las más de 100 mejoras que sufrió el equipo desde el lanzamiento del iPhone 3Gs ocurrido el 8 de junio de 2009.
Pero hubo una modificación que destacó por sí sola: la “retina display”. Esta nueva pantalla desafía el alcance de las posibilidades humanas, poniendo más puntos por pulgadas (dpi) que las que el ojo puede captar a una distancia de 25 cm.
En total 326 dpi, mientras que el ojo humano sólo puede captar 300, llevando las posibilidades de la resolución en aparatos móviles hasta límites que ni los más connotados en tecnología pudieron filtrar o vaticinar.