De acuerdo a un estudio realizado por la Universidad de Vanderbilt en Tennessee, Estados Unidos, nacer en el invierno o en el verano puede afectar el reloj biológico, haciendo a los que nacen en invierno más propensos a desarrollar enfermedades mentales.
El descubrimiento innovador da algunas pistas de porqué las personas que nacen en invierno son más propensos a desarrollar desórdenes como bipolaridad, depresión y esquizofrenia en sus vidas, publicó la revista Live Science.
De acuerdo al director del estudio y biólogo, Douglas McMahon, comentó que el reloj biológico puede regular el humor y por lo mismo tener un efecto en el comportamiento y la personalidad.
Para el estudio se criaron ratones, unos nacieron con ciclos de luz que imitaban el verano, otros en uno que imitaba el invierno y un tercer grupo nació en un ciclo con 12 horas de luz y 12 horas de oscuridad.
Después los ratones fueron intercambiados, la mitad de los ratones que nacieron en el “invierno” fueron puestos en el “verano”, la otra mitad permaneció en el “invierno”. Lo mismo se hizo con los que nacieron en el “verano”, la mitad permaneció ahí y la otra mitad fue puesta en el “invierno”.
Los que nacieron en un ciclo de 12 horas de luz fueron divididos en tres grupos, en “invierno”, “verano” y los que permanecieron en un ciclo de 12 horas de luz.
Después de 28 días, todos los ratones que nacieron en el “verano” se comportaron de la misma manera sin importar en que ciclo de luz estaban, manteniendo las mismas horas de actividad y de sueño.
Sin embargo, los ratones que nacieron en el “invierno”, no reaccionaron bien al cambio de los ciclos de luz y tuvieron dificultades para establecer hábitos de sueño y actividad.
Aún no se sabe con exactitud si los humanos responden de la misma manera dependiendo de la temporada en la que nacieron, pero McMahon comenta que hay similaridades entre el comportamiento de los ratones con ciclos interrumpidos y el que experimentan los humanos con la misma condición.
