Opinión

Columna de Copano: Los "pingüinos" vuelven por ustedes

Ya han pasado seis años desde aquel mayo, en que por primera vez en democracia una generación de valientes salió a la calle. En ese momento no se nos pasaba por la cabeza el fenómeno Facebook. Entre Messenger y mensajes de texto, coordinados en los fríos y feos colegios del país nacían las tomas de las escuelas que marcaron un antes y despues en la vida de muchos que hoy creen que se puede hacer un Chile mejor.

Los representantes de esa revolución hoy son tristes fantasmas: uno de ellos es el encargado de comunicaciones de una discoteque de cuarta. Pero quedó una sensación, una idea que no es solamente un volador de luces medial del progresismo: el concepto de un gobierno ciudadano, existe.

Los analistas de la tele y los diarios pelean por Twitter y no se detienen en un importante punto: son los mismos. Los que hoy salen a la calle a gritar por HidroAysén, son los chicos que crecieron en ese hito. Cambiaron el SMS por Twitter. Messenger pasó a ser Facebook. Y tambien aprendieron una de las lecciones más crueles que se ha visto de parte del poder: las mesas de diálogo no existen y tienen poco efecto, o acaso ¿la educación está mejor que en ese entonces? ¿los que tenían hijos de aquel Gobierno cambiaron a los suyos a un municipalizado?

Son los “pingüinos“. Vuelven por ustedes. Los vuelven locos. Esos son los que van a cambiar Chile. De verdad. No se los digo antojadizamente: lo sé por números. El público que llena los foros de Facebook tiene entre 18 y 24 años. Máquina del tiempo: estaban parando el colegio. Y ahora de forma magistral nuevamente ponen en jaque a los duros de cabeza de siempre, que no quieren escuchar. Que creen que tienen todas las decisiones de su lado.

Me tocó dormir en el Benjamín Vicuña Mackenna en los años del movimiento estudiantil. Yo reporteaba para Rock&Pop. El frío en esas salas, el tiempo que no pasa. Por eso todo esto emociona, porque sé que no es sólo HidroAysén, es la idea de parar esta avalancha de ³no nos importa lo que piensen². Quizás les sirve en las políticas asistencialistas, pero no en la clase media que se esfuerza sola. La que va en el Metro. La que está enojada.

Y no creo, de verdad, no siento cómo quieren vendernos tratando de etiquetar esto de la calle hablando como moda: todo configura un potencial movimiento como el español. Agradezcan los políticos que no tienen una crisis económica en contra, si no, hace rato las calles tendrían carpas. Al fin y al cabo, el problema del binominal se parece bastante al que tiene la representatividad en la madre patria.

No soy de los que cree que los “incidentes empañan lo impecable”. Los marginales existen siempre y son los que no quieren dialogar. Son tan terribles como los que toman decisiones sin preguntarnos. Y a ellos podríamos denominarlos ³violentistas² con poder. La violencia se controla de varios lados. No es un bien exclusivo de los que no usan uniforme. No hagamos el daño de ignorar lo que pasa.

Es preocupante la retórica propia de una derecha vieja que habla de “país polarizado”. Las pelotas: a esta altura, las cosas andan y el mundo no cree esos arrebatos. Otra cosa es que tal como en los 70, les guste golpear la mesita a la mala e imponer las cosas por las suyas. La gente no quiere nunca más algo así y si quieren jugar a meter miedo para que paren las manifestaciones, más vale otra forma: esa ofende a cualquier inteligencia. Ese tipo de manifestaciones, cínicas también como las de los diputados que de última hora se colgaron a HidroAysén son las que exigen una salida general y voluntaria de viejos tercios en los partidos políticos. Y se tienen que ir ellos, por las suyas. Y buscar delfines rápidamente. Hay que mejorar la democracia. Y las oportunidades. ¿Es tan difícil? Hay una nueva generación valiente que viene pidiéndolo desde hace un buen tiempo. Un saludo de corazón para todos ellos.
 

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